Pollo con sésamo
Ingredientes: Necesitamos: 1 pechuga de pollo más grande, 2 huevos, 2 cucharadas de harina, 150g de sésamo, 100ml de aceite, sal, pimienta, pimentón
Para preparar un delicioso y crujiente plato de pollo, comenzamos cortando la pechuga de pollo en cuatro rebanadas iguales. Es esencial que cada pieza sea uniforme para una cocción adecuada. Usando un mazo de carne, golpearemos cada rebanada hasta lograr un grosor de aproximadamente 5 mm. Este proceso no solo ayudará a ablandar la carne, sino que también permitirá una cocción rápida y uniforme. Después de terminar de golpear la carne, la sazonaremos generosamente con sal, pimienta y pimentón dulce, lo que añadirá un sabor agradable y un color atractivo.
Después de sazonar la carne, las rebanadas se superpondrán ligeramente y se cubrirán con papel film. Se dejarán enfriar durante 20-30 minutos, lo que permitirá que los sabores penetren y la carne se vuelva más tierna. Durante este tiempo, podemos prepararnos para la siguiente etapa de la receta.
Para freír la carne, calentaremos aceite en una sartén profunda. Es importante que el aceite esté bien caliente para lograr una corteza crujiente. Mientras esperamos que el aceite alcance la temperatura óptima, nos ocuparemos de empanar la carne. Cada rebanada de pollo se pasará primero por harina, asegurándonos de que esté uniformemente cubierta, luego por huevo batido y, finalmente, por semillas de sésamo. Esta capa de sésamo proporcionará una textura crujiente y un sabor especial. Si notamos que la capa de sésamo no es lo suficientemente uniforme, podemos repetir el proceso, pasando nuevamente las rebanadas por huevo y luego por sésamo.
Una vez que el aceite esté caliente, añadiremos cuidadosamente las rebanadas de carne a la sartén. Es importante no sobrecargar la sartén para permitir que el calor circule libremente, asegurándonos de que cada pieza se vuelva dorada y crujiente. Freiremos las rebanadas por cada lado hasta que estén bien doradas, aproximadamente 3-4 minutos por lado, dependiendo del grosor de la carne.
Después de que las rebanadas de pollo hayan sido fritas, las retiraremos y las colocaremos sobre una toalla de papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Este paso es esencial para lograr una textura menos grasosa y más agradable.
Sirve las rebanadas de pollo crujientes con guarniciones de temporada o junto a una ensalada fresca. ¡Buen provecho!
Etiquetas: huevos pollo carne harina aceite recetas sin lactosa

