Hígado remojado en leche con ajo
Ingredientes: Hígado de cerdo (de res, ternera) leche aprox. 400 ml 4 dientes de ajo sal, pimienta y para guarnición patatas
Toma un trozo de hígado de cerdo, pero puedes optar con confianza por hígado de ternera o de res, dependiendo de tus preferencias. Es importante elegir hígado fresco, de color rojo intenso, que no tenga manchas ni olores desagradables. Después de seleccionar el hígado, comienza cortándolo en rodajas adecuadas, teniendo cuidado de que no sean demasiado gruesas para que se cocinen uniformemente, pero tampoco demasiado delgadas para que no se sequen. Te aconsejo que lo cortes ligeramente con un cuchillo en algunos lugares, lo que ayudará a que los sabores penetren en su interior.
En un recipiente hondo, aplasta 3-4 dientes de ajo, que añadirán un sabor especial al hígado. Añade aproximadamente 300 ml de leche fría sobre el ajo aplastado y mezcla bien con una cuchara hasta que el ajo esté completamente integrado en la leche. Coloca las rodajas de hígado en esta mezcla, asegurándote de que estén completamente cubiertas. Si es necesario, no dudes en añadir más leche para asegurarte de que el hígado esté bien impregnado. Cubre el recipiente con papel film y déjalo en el refrigerador, idealmente de un día para otro, pero un período más corto de 3-4 horas también es suficiente para permitir la marinada.
Este proceso de marinado en leche ayuda a ablandar el hígado, evitando así que se endurezca durante la fritura. Después de que el hígado haya estado en marinada, es hora de cocinarlo. Puedes optar por freírlo en una parrilla bien caliente o en una sartén antiadherente, teniendo cuidado de no usar aceite para preservar el sabor natural del hígado. Asegúrate de que la sartén esté muy caliente antes de añadir las rodajas de hígado, de modo que obtengas una costra dorada.
Después de freír el hígado por cada lado durante unos minutos, hasta que esté bien cocido pero aún jugoso, retíralo a un plato y condimenta con sal y pimienta al gusto. Este plato se puede servir caliente, acompañado de guarniciones simples como puré de patatas o ensalada verde, que complementan perfectamente el intenso sabor del hígado. ¡Esta receta seguramente impresionará a cualquiera, y su rico sabor hará de cada comida una verdadera celebración culinaria!
Etiquetas: carne ajo patatas leche vida cerdo recetas sin gluten

