Tarta de Manzana con Masa de Ayuno
Ingredientes: 10 hojas de masa fina (que son veganas: harina y agua) 6 manzanas grandes 4 cucharadas de azúcar 1 cucharadita de canela molida pasas si quieres (usé uvas de Chile así que algunas pasas gigantes) 1 cucharada de aceite
Para preparar un delicioso pastel de manzana, comienza lavando cuidadosamente las manzanas, eligiendo las más frescas y aromáticas. Después de pelarlas, rállalas con un rallador grande, asegurándote de obtener una mezcla uniforme. Exprime el jugo de las manzanas hasta obtener aproximadamente un vaso de jugo, que reservarás por separado. Este jugo añadirá un sabor intenso y natural a tu pastel.
En un tazón, combina las manzanas ralladas con azúcar, canela y pasas. Mezcla bien los ingredientes para que el azúcar se disuelva y se combine uniformemente con las manzanas, y los sabores se entrelacen en un delicioso baile. Las pasas, que se hidratarán durante la cocción, añadirán una nota de dulzura intensificada.
Prepara la bandeja en la que hornearás el pastel. Coloca las primeras seis hojas de masa, doblándolas según el tamaño de la bandeja para lograr una capa uniforme. Entre cada hoja, rocía un poco de aceite y jugo de manzana, teniendo cuidado de no empapar demasiado las hojas, sino solo humedecerlas ligeramente. El aceite añadirá crujiente, mientras que el jugo de manzana contribuirá a la humedad.
Después de colocar las seis hojas, añade la mezcla de manzana, distribuyéndola uniformemente en la bandeja. Cubre con las otras cuatro hojas, aplicando la misma técnica de rociar con aceite. Es importante que el pastel esté bien envuelto para que se hornee de manera uniforme y logre una textura perfecta.
Antes de meter el pastel en el horno, corta ligeramente la superficie en porciones para permitir que el vapor salga y evitar que se agriete. Vierte con cuidado el resto del jugo de manzana sobre el pastel para darle un extra de jugosidad. Precalienta el horno a 180°C y hornea el pastel durante aproximadamente 35-40 minutos o hasta que esté dorado y apetitoso.
Una vez que alcance el color perfecto, saca el pastel del horno y déjalo enfriar durante unos minutos antes de cortarlo. Esto permitirá que los sabores se asienten y hará que cada pieza sea más fácil de servir. ¡Buen provecho!
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