Frikadeller - Albóndigas Danesas

 Ingredientes: -4 tomates -2 cebollas -1 kg de carne picada de cerdo o mezcla -50 g de avena -1/2 taza de leche -1/2 taza de agua -2 cucharadas de salsa Worcestershire -2 cucharadas de vinagre de vino tinto -2 cucharaditas de sal -1/4 cucharadita de pimienta -4-6 dientes de ajo, aplastados -2-4 cucharadas de pasta de tomate -1 cucharadita de azúcar -1 manojo de perejil fresco, picado finamente -aceite

Para preparar una deliciosa receta de albóndigas con salsa de tomate y cebolla, necesitarás ingredientes simples que tienen un gran impacto en el sabor. Comienza pelando los tomates y cortándolos en cubos pequeños. En una sartén, calienta el aceite y añade los tomates junto con la cebolla picada gruesa. Cocina a fuego medio, revolviendo ocasionalmente, hasta que la cebolla se vuelva suave y translúcida, y los tomates comiencen a descomponerse, liberando su jugo. Esta combinación formará la base sabrosa del plato. Una vez que la mezcla se haya enfriado, transfiérela a un tazón grande.

En otro recipiente, añade carne picada de cerdo o res, dependiendo de tu preferencia. Sobre esto, añade los copos de avena, que no solo mejorarán la textura de las albóndigas, sino que también añadirán nutrientes extra. Luego incorpora la mitad de la mezcla de cebolla y tomate, mezclando bien para distribuir los sabores de manera uniforme.

Para realzar el sabor, añade la leche, la salsa Worcestershire y el vinagre, sazonando con sal, pimienta, ajo machacado y perejil fresco picado. Mezcla todo hasta obtener una composición homogénea, luego amasa bien para activar las proteínas de la carne, lo que ayudará a que las albóndigas se unan. Cubre el tazón con papel film y refrigera durante al menos una hora. Este paso es esencial para obtener albóndigas esponjosas y fáciles de moldear.

Después de que la masa haya estado en el refrigerador, precalienta el horno a 180 grados Celsius. Forma albóndigas de tamaño mediano y colócalas en un recipiente para hornear que no sea muy profundo. Rocíalas con un poco de aceite para ayudarles a dorarse bien durante la cocción.

En otro tazón, diluye la pasta de tomate con agua, añadiendo sal y pimienta al gusto. No olvides el azúcar, que equilibrará la acidez de los tomates. Vierte esta salsa sobre las albóndigas, asegurándote de que estén bien cubiertas. Coloca el recipiente en el horno precalentado y hornea durante aproximadamente una hora, o hasta que las albóndigas estén bien cocidas y doradas, y la salsa se haya reducido.

Finalmente, sirve las albóndigas calientes, junto con una cucharada de la mezcla de cebolla y tomate restante, rociando un poco de la deliciosa salsa por encima. Espolvorea con perejil fresco picado para un toque extra de frescura y sabor. ¡Esta receta seguramente traerá sonrisas a las caras de tus seres queridos en la mesa!

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