Lata de Judías Verdes
Ingredientes: 5 kg de judías verdes, 2 kg de tomates, 500 g de pimientos, 4 piezas de cebolla, 1 manojo de hojas de apio, 2 manojos de hojas de perejil, 250 ml de aceite, sal no yodada (a granel) al gusto, salicílico (o polvo conservante)
Para preparar una deliciosa conserva de judías verdes, comenzamos lavando y limpiando cuidadosamente las judías verdes, asegurándonos de que estén frescas y crujientes. Las rompemos en trozos adecuados, de aproximadamente 5-6 cm, para que se cocinen de manera uniforme. A continuación, limpiamos la cebolla y los pimientos, cortándolos en rodajas finas y manteniéndolos en un bol separado para facilitar el ensamblaje. Luego, es momento de ocuparse de los tomates: les hacemos un corte ligero en la piel y los ponemos en un recipiente con agua caliente durante unos minutos, lo que facilitará pelarlos. Una vez pelados, los cortamos en rodajas y los reservamos.
A continuación, viene una parte esencial de la receta: picar las hierbas. Picamos finamente las hojas de apio y perejil, aportando un extra de sabor y frescura. Ahora que todos los ingredientes están preparados, podemos pasar al ensamblaje. Tomamos una olla grande, con una capacidad de aproximadamente 20 litros, y comenzamos a formar las capas. Comenzamos con una primera capa de judías verdes, que cubrimos con una capa de pimientos, seguida de cebolla, tomates y, por último, las hierbas picadas. Sobre cada capa, añadimos un poco de sal para intensificar el sabor de las verduras. Continuamos este proceso de capas, repitiendo el orden de los ingredientes hasta que todos sean utilizados. Aseguramos que la última capa sea siempre de judías verdes, que se convertirá en la deliciosa base de las conservas.
Para finalizar el plato, vertemos 250 ml de aceite de oliva por encima, cubrimos la olla con una tapa y la ponemos a hervir a fuego medio. Las judías verdes se considerarán listas cuando la capa superior esté bien cocida y aromática. Con una cuchara, tomamos con cuidado de la mezcla y la colocamos en frascos esterilizados previamente. Cada frasco recibirá una punta de cuchillo de ácido salicílico (polvo conservante) para asegurar una conservación óptima. Finalmente, añadimos el jugo que resultó durante la ebullición en cada frasco, llenándolos hasta el borde. Sellamos los frascos y los envolvemos en mantas para que se enfríen lentamente, dejándolos así hasta el día siguiente. Después de este período, los colocamos cuidadosamente en la despensa, donde permanecerán en un lugar seco y fresco.
Esta conserva de judías verdes es extremadamente versátil, siendo ideal para preparar rápidamente una sopa, un guiso, un plato bajo o incluso una comida de ayuno, perfecta cuando el tiempo es limitado. ¡Disfrútala con tus seres queridos y saborea cada bocado!
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