Mermelada de Higos con Vino

 Ingredientes: 1 kg de higos frescos, 2 tazas (400 g) de azúcar, 6 cucharadas de vino tinto de buena calidad, el jugo y la cáscara rallada de un limón grande, una pizca de clavos (esto lo omitiré la próxima vez o usaré canela), una pizca de sal.

Para preparar una deliciosa mermelada de higos, debemos asegurarnos de que los ingredientes sean de la mejor calidad. Por lo tanto, comenzamos revisando los higos, asegurándonos de que no estén magullados ni manchados. Esto es esencial porque los higos dañados pueden afectar el sabor y la textura del producto final. Una vez que hemos asegurado la calidad de la fruta, cortamos los tallos y los lavamos bien bajo un chorro de agua fría, considerando que utilizaremos la cáscara en la receta, que añade un plus de sabor y nutrientes.

Una vez que los higos están limpios, los cortamos por la mitad y los colocamos en un recipiente adecuado, el que utilizaremos para preparar la mermelada. Encima de ellos, añadimos el resto de los ingredientes, que pueden incluir azúcar, jugo de limón o diversas especias como canela o clavos, dependiendo de las preferencias personales. Mezclamos todo con cuidado para asegurarnos de que el azúcar se distribuya uniformemente, luego dejamos macerar la mezcla durante aproximadamente una hora. Este proceso ayudará a que los higos suelten su jugo y se mezclen los sabores.

Después de que ha pasado el tiempo de maceración, ponemos todo a fuego medio. Es importante remover ocasionalmente para evitar que la mezcla se pegue al fondo del recipiente. La ebullición durará aproximadamente 30-40 minutos, durante los cuales la mezcla comenzará a espesar, transformándose gradualmente en una pasta deliciosa. Cuando notemos que la mermelada ha alcanzado la consistencia deseada, la retiramos del fuego y la dejamos enfriar un poco.

Cuando la mermelada esté lo suficientemente fría como para no afectar la licuadora, trituramos los higos restantes, ya sea con una licuadora de mano o con un machacador de patatas, dependiendo del equipo que tengas a mano. Este paso es esencial para lograr una textura fina y uniforme. Después de terminar de triturar, recalentamos la mermelada durante unos minutos, asegurándonos de que esté caliente antes de transferirla a tarros esterilizados.

Llenamos los tarros con la mermelada caliente, enroscamos las tapas y los damos vuelta boca abajo. Este proceso de esterilización ayuda a mantener la frescura de la mermelada y a prevenir el desarrollo de bacterias. Dejamos los tarros así hasta que se enfríen por completo, idealmente hasta el día siguiente. Una vez que se han enfriado, los transferimos a la despensa, donde la mermelada de higos podrá ser almacenada y disfrutada durante todo el año, trayendo un toque de verano a cada merienda. Esta receta no solo deleitará tus papilas gustativas, sino que también transformará los momentos de indulgencia en una experiencia memorable.

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