Mermelada de Albaricoque - Molido
Ingredientes: 11 kg de albaricoques maduros, 3 kg de azúcar, 2 cucharadas de ácido salicílico (polvo conservante)
Para preparar una deliciosa mermelada de albaricoque, el primer paso esencial es elegir los albaricoques más maduros y aromáticos que puedas encontrar. Estas frutas no solo agregarán un sabor intenso a la mermelada, sino también una fragancia irresistible. Comienza lavando cuidadosamente los albaricoques en agua fría para eliminar cualquier impureza o pesticida. Luego, con un cuchillo afilado, quita los huesos y prepárate para convertirlos en un puré fino.
Para este paso, puedes usar un procesador de alimentos o una picadora de carne para lograr una textura uniforme. Una vez que hayas molido los albaricoques, colócalos en una olla a fuego lento. Es importante revolver constantemente para evitar que se peguen al fondo de la olla. Deja que los albaricoques hiervan lentamente, teniendo cuidado de no dejarlos quemar, hasta que su volumen se reduzca aproximadamente dos dedos. Este proceso concentrará los sabores y convertirá la mezcla en una base perfecta para la mermelada.
Después de que los albaricoques hayan hervido lo suficiente, agrega el azúcar. La regla general es usar 300 gramos de azúcar por cada kilogramo de fruta, así que para 3 kg de albaricoques, necesitarás 900 gramos de azúcar. Mezcla bien para asegurarte de que el azúcar se disuelva completamente. Continúa hirviendo la mermelada durante unos 5 minutos, durante los cuales se formará un jarabe rico.
Luego, es el momento de agregar el conservante. Puedes usar 2 cucharadas de ácido salicílico o otro tipo de polvo conservante, según las instrucciones del paquete. Asegúrate de mezclar bien para que el conservante se disuelva completamente en la mezcla. Una vez que todos los ingredientes sean homogéneos, es hora de transferir la mermelada a los frascos preparados anteriormente.
Llena los frascos lo más cerca posible del borde, pero deja un pequeño espacio para la expansión. Coloca las tapas y voltea los frascos boca abajo para sellar perfectamente la mermelada. Esta es una técnica tradicional que ayuda a crear un vacío, protegiendo así la mermelada de las bacterias y manteniéndola fresca por más tiempo. Una vez que se hayan enfriado por completo, puedes colocarlos en tu despensa en estantes bien organizados.
Ahora que has completado esta maravillosa receta de mermelada de albaricoque, solo queda disfrutar el fruto de tu trabajo. ¡Buen provecho!
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