Guiso de verduras en tarro
Ingredientes: Necesario para 1 porción: 1 litro de aceite, 3 kg de cebollas, 2 kg de pimientos, 1 kg de zanahorias, 5 kg de tomates, 1 kg de judías verdes crudas, 2 berenjenas grandes, 1 manojo grande de hojas de apio, 1 manojo grande de hojas de perejil, pimientos picantes opcionales 2 piezas, sal al gusto.
Para preparar esta deliciosa receta, comenzamos eligiendo ingredientes frescos, esenciales para lograr un resultado digno. En una olla grande, agregamos 1 litro de aceite, preferiblemente de girasol o de oliva, que proporcionará una base sabrosa para el plato. Mientras tanto, nos ocupamos de la cebolla: 3 kg de cebolla en rodajas agregarán dulzura natural al plato. Sofreímos la cebolla a fuego medio, revolviendo ocasionalmente para evitar que se queme. Después de unos minutos, cuando la cebolla se vuelve translúcida y comienza a caramelizarse, agregamos 2 kg de pimientos cortados en trozos más grandes, que agregarán una nota de frescura y un sabor vibrante.
Una vez que los pimientos se hayan suavizado un poco, es el momento de introducir 1 kg de zanahorias cortadas en rodajas finas, que agregarán un sabor dulce, perfecto para esta mezcla. Dejamos todo a fuego lento hasta que las zanahorias se vuelvan ligeramente tiernas, aproximadamente 10-15 minutos. Una vez que las zanahorias estén a medio cocinar, agregamos 5 kg de tomates pelados y cortados en cubos. Los tomates no solo aportarán una acidez agradable, sino que también proporcionarán un líquido delicioso para el plato.
A medida que los tomates comienzan a hervir, agregamos 1 kg de frijoles crudos, que contribuirán con una textura consistente y proteínas. Es importante asegurarse de que los frijoles estén bien lavados, y nuestra receta se beneficiará de un tiempo de cocción adecuado. Hacia el final, agregamos 2 berenjenas grandes, cortadas en cubos, que aportarán una cremosidad especial a nuestro plato. Se ablandarán y complementarán perfectamente los demás ingredientes.
Para un extra de sabor, es hora de agregar hojas frescas de apio y perejil, y si deseas un sabor más picante, no dudes en añadir chiles al gusto. Sazonamos con sal y pimienta al gusto. Finalmente, para conservar este deleite, agregamos 1 cucharada grande de ácido salicílico o 1 paquete de polvo conservante, esencial para mantener el plato durante el invierno.
Después de mezclar todo bien, transferimos la mezcla a frascos esterilizados, asegurándonos de dejar un poco de espacio en la parte superior. Sellamos bien los frascos y los envolvemos en una manta gruesa, dejándolos reposar hasta el día siguiente. Este método de conservación permitirá que los sabores se mezclen y desarrollen, dándote un plato delicioso que disfrutarás en los fríos días de invierno.
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