Pasta con Crema de Queso y Pasta de Aceitunas
Ingredientes: pasta de oliva de tubo (o unas pocas aceitunas sin hueso) queso cremoso preferiblemente no salado crema dulce (es decir, no como la agria de Rumanía, pero evidentemente sin azúcar: lol:) o leche más rica hojas de albahaca (o albahaca seca en ausencia de hojas verdes)
Para preparar una deliciosa receta de pasta con queso y aceitunas, el primer paso es encargarse de la crema de queso. En un bol, bate bien el queso con 2-3 cucharadas de leche entera o crema hasta que se convierta en una pasta suave y homogénea. Si no tienes queso cremoso a mano, ¡no te preocupes! Puedes usar queso rallado en el rallador pequeño. Esto no solo añadirá una textura interesante, sino también una nota de originalidad al plato. Una vez que el queso esté listo, transfiere todo a una batidora de mano o mini batidora y mezcla hasta obtener una crema suave. Es esencial obtener una consistencia suave para que se mezcle perfectamente con la pasta.
Después de haber obtenido la crema de queso, añade la pasta de aceitunas del tubo o, en su defecto, unas pocas aceitunas sin hueso, que mezclarás junto con el queso. Esto añadirá un sabor intenso y salado, perfectamente equilibrado para tu plato. Añade un poco de aceite de oliva virgen extra y unas cucharadas de leche entera o crema, dependiendo de la consistencia deseada. Es importante que la crema sea más espesa que la crema normal, pero aún así ligeramente líquida.
Mientras tanto, hierve la pasta según las instrucciones del paquete. Después de hervir, escúrrelas bien y añade dos cucharadas del agua en la que hirvieron a la crema de queso. Este paso ayudará a crear una salsa más cremosa. Mezcla bien para obtener una consistencia uniforme. Añade la mitad de las especias que preparaste anteriormente y unas hojas frescas de albahaca para un sabor extra. Mezcla la pasta con la crema de queso, asegurándote de que cada pieza esté bien cubierta.
Una vez que hayas terminado de mezclar, transfiere la pasta a un bol o plato de servir. El resto del condimento se puede verter por encima o servir por separado en un bol pequeño para que cada uno pueda ajustar el sabor. Aunque la apariencia puede no ser muy atractiva, el aroma y el sabor de esta receta son realmente encantadores. Puedes experimentar con diferentes tipos de queso, como ricotta, Philadelphia, mascarpone o incluso otros quesos blancos rallados finamente, añadiendo un poco de leche o crema según sea necesario. Esta es una receta versátil, fácil de preparar y llena de sabor, perfecta para una cena rápida o un delicioso almuerzo. ¡Buen provecho!

