Mini Pretzels Rellenos de Chorizo y Mozzarella de Búfala
Ingredientes: Para la masa: 250 ml de leche entera tibia (no más caliente de 40°C) 25 g de levadura fresca 1 cucharadita de azúcar sin refinar 2 dientes de ajo 390 g de harina de trigo blanca 1 cucharadita de sal marina fina 30 g de mantequilla sin sal (82%) derretida; dejar enfriar un poco antes de añadirla. Para el relleno: 250 g de mozzarella de búfala, cortada o desgarrada en trozos 200 g de chorizo fresco, picado finamente y frito al gusto (puedes sustituir por jamón u otro embutido) pimienta recién molida sal marina fina al gusto. Antes de hornear: 750 ml de agua tibia 3 cucharadas de bicarbonato de sodio 20 g de mantequilla derretida (80-82%) fleur de sel o sal Maldon (opcional)
Comenzamos esta deliciosa receta preparando la base de la masa. En un tazón pequeño, vierte la leche tibia, luego agrega el ajo triturado, la levadura desmenuzada y el azúcar. Mezcla con cuidado hasta que la levadura se disuelva por completo, luego deja reposar la mezcla durante unos cinco minutos. Este paso es esencial para activar la levadura, dándole así a la masa una textura esponjosa y aireada.
Mientras tanto, en un tazón más grande, combina la harina y la sal. Estos ingredientes secos formarán la estructura de la masa, así que asegúrate de mezclarlos bien. Una vez que la levadura comience a burbujear, agrega la mantequilla en cubos a la leche tibia y vierte esta mezcla sobre los ingredientes secos. Usando un tenedor, comienza a mezclar, formando una masa homogénea. Cuando la mezcla se vuelva lo suficientemente uniforme, transfiérela a una superficie de trabajo y comienza a amasar.
Amasar es un paso crucial, así que dedica unos siete minutos para obtener una masa suave, elástica y no pegajosa. Si notas que la masa se pega a tus manos, espolvorea un poco de harina, pero ten cuidado de no agregar demasiado. Luego, coloca la masa en un tazón, úntala ligeramente con aceite de oliva virgen extra, cúbrela con un paño limpio y déjala reposar en un lugar cálido. Este proceso de fermentación debería durar entre una hora y una hora y media, momento en el que la masa se duplicará en volumen.
Mientras la masa está en reposo, precalienta el horno a 200 grados Celsius (marca de gas 6). Prepara una bandeja forrada con papel de hornear o papel de aluminio para evitar que se pegue. En un tazón grande o en un recipiente hondo, agrega agua y bicarbonato de sodio, mezclando bien. Esta mezcla le dará una corteza especial a los rollos.
Después de que la masa haya subido, espolvorea un poco de harina sobre la superficie de trabajo y divide la masa en dos partes iguales. Extiende cada pieza de masa en una forma rectangular de 50 cm de largo y 16-18 cm de ancho. Agrega la mitad de la mozzarella y el chorizo, sazonando al gusto, luego enrolla con cuidado la masa, asegurándote de sellar bien los bordes.
Después de enrollar la masa, sumérgela en el agua durante unos 30 segundos para darle una textura crujiente. Retira los rollos del agua y córtalos en piezas de 4-5 cm. Colócalos en la bandeja preparada, úntalos con mantequilla derretida por encima y, si lo deseas, espolvorea un poco de sal para un sabor extra. Repite el proceso con la otra mitad de la masa.
Hornea los rollos en el horno precalentado durante unos 20 minutos, o hasta que se tornen dorados oscuros. Si lo prefieres, puedes dejar toda la masa enrollada con el relleno sin cortar, lo que reducirá el tiempo de preparación. Independientemente de la opción elegida, el resultado final será sabroso y apetitoso, ¡perfecto para disfrutar con los seres queridos!

