Sopa de Ensalada Verde con Tocino Ahumado
Ingredientes: ensalada verde 1 cebolla grande 1 cucharada colmada de harina 2-3 cucharadas de crema agria o yogur 3 huevos manteca para la cara (1 cucharadita - opcional) 1/2 paquete de tocino (se puede usar tocino ahumado casero) ajo (al gusto) sal 1-2 patatas crudas picatostes sazonados con ajo 2 cucharadas de aceite
Para preparar una sopa deliciosa y reconfortante, comienza limpiando las hojas de lechuga verde, lavándolas bien bajo un chorro de agua fría para eliminar cualquier impureza. Una vez limpias, colócalas en una olla con agua hirviendo a la que has añadido una cucharadita de sal. Hierve la lechuga durante unos 5-7 minutos hasta que se ablande, luego retírala y déjala enfriar.
Mientras tanto, toma una cebolla, pélala y pícalo finamente. En una cacerola, calienta unas cucharadas de aceite, luego añade la cebolla y sofríela a fuego medio, removiendo constantemente para evitar que se queme. La cebolla debe volverse transparente y ligeramente dorada. Después de que se haya sofrito, apaga el fuego con el jugo obtenido de la lechuga, mezclando bien para liberar sus sabores.
Pon la lechuga de nuevo al fuego, luego añade la mezcla de cebolla sofrita a la olla. Deja que la sopa hierva a fuego lento durante 20 minutos para que los sabores se combinen. Mientras tanto, corta el tocino en cubos pequeños y fríelos en una sartén hasta que estén crujientes. Añade el tocino frito a la olla de sopa y mezcla bien.
Pela una papa, rállala en el rallador pequeño y añádela a la sopa. Esto ayudará a espesar la sopa y añadirá una textura agradable. En un tazón aparte, mezcla la crema agria o el yogur con las yemas de huevo y una cucharada de harina, utilizando un batidor para obtener una mezcla homogénea. Diluir la mezcla con unos cucharones del caldo de sopa, luego añádela a la olla, revolviendo constantemente para evitar que se formen grumos.
Bate las claras de huevo hasta obtener una espuma firme, luego fríelas en un poco de aceite o mantequilla hasta que se doren ligeramente. Déjalas enfriar, luego córtalas en cubos pequeños y agrégalas a la sopa. Limpia unos dientes de ajo, aplástalos y mézclalos con una pizca de sal, luego diluye la pasta con caldo de sopa y vierte la mezcla en la olla.
Sazona la sopa con sal y pimienta al gusto, luego apaga el fuego. La sopa se sirve caliente, junto con picatostes sazonados con ajo que añaden una nota crujiente y aromática. Para un extra de sabor, también puedes añadir queso parmesano rallado al tazón, que se derretirá ligeramente en la sopa, proporcionando un sabor rico y cremoso. ¡Esta receta no solo calentará el alma, sino que también traerá un toque de alegría a cada tazón servido!
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