Sopa de pollo a la griega
Ingredientes: Pechuga de pollo, Cebolla, Zanahoria, Pimiento, Apio, Verduras: eneldo y perejil, Limón, 250 g de crema agria, 2 yemas de huevo, 3 cucharadas de arroz, 1 cubo de pollo, Sal y pimienta
Para preparar una deliciosa sopa de pollo, comenzamos eligiendo un pollo fresco, preferiblemente de granja, para asegurarnos de que el sabor sea excepcional. Una vez que hemos cortado el pollo en trozos, lo colocamos en una olla grande con agua fría, añadiendo una cucharadita de sal. Es importante dejar que el pollo hierva a fuego lento para que la carne se vuelva tierna y jugosa.
Mientras tanto, preparamos las verduras. La cebolla, la zanahoria, el pimiento y el apio son ideales para una sopa sabrosa. Cortamos estas verduras en cubos pequeños o en rodajas finas, según se prefiera. En una sartén, calentamos 2 cucharadas de aceite y añadimos las verduras picadas. Las sofreímos a fuego medio, removiendo ocasionalmente, hasta que se vuelvan translúcidas y empiecen a ablandarse. Este proceso intensificará sus sabores, dando a la sopa un gusto rico.
Cuando las verduras estén listas, las añadimos al pollo que está hirviendo en la olla. Es el momento de añadir el cubo de pollo al agua, que enriquecerá aún más el caldo con sabor. Dejamos que todo hierva a fuego lento, cubriendo la olla, para permitir que el aroma se desarrolle. La sopa debe hervir lentamente para que todos los ingredientes se combinen perfectamente.
Después de que el pollo y las verduras estén cocidos, nos ocupamos de la crema agria. En un bol, batimos bien la yema de huevo con la crema agria, creando una mezcla homogénea y cremosa. Es importante tomar un cucharón o dos de la sopa caliente y añadirlo gradualmente a la mezcla de crema agria, removiendo continuamente para templar el huevo. Este paso es esencial para evitar que la crema agria se corte.
Una vez que hemos obtenido una mezcla uniforme, la vertemos con cuidado en la sopa, asegurándonos de que no hierva en ese momento; de lo contrario, el riesgo de que se corte aumenta. Dejamos que la sopa hierva suavemente, removiendo ligeramente para integrar la crema agria.
Finalmente, es el momento de añadir un toque de acidez para equilibrar el sabor. Exprimimos el jugo de un limón y lo añadimos a la sopa, ajustando así el sabor. No olvides añadir sal y pimienta al gusto. Antes de servir, espolvoreamos hierbas frescas picadas, como perejil o levístico, que añadirán color y un extra de sabor. ¡La sopa de pollo está lista para ser disfrutada, llena de nutrientes y con un sabor reconfortante, perfecta para cualquier comida!
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