Salsa Napolitana, Conservada para el Invierno
Ingredientes: -2 kg de tomates -1/2 kg de pimientos rojos -1/2 kg de pimientos morrones rojos o amarillos (naranjas) -300 g de cebolla -200 ml de aceite -2 cucharadas de azúcar -3 hojas de laurel -2 cucharaditas de sal gruesa -4 g de granos de pimienta (1 paquete pequeño)
Para preparar una deliciosa salsa de verduras, comienza lavando cuidadosamente los tomates, asegurándote de que estén frescos y de alta calidad. Una vez lavados, escúrrelos bien y pásalos por una picadora de carne con un dispositivo especial para separar semillas y pieles. Este paso es esencial para obtener una salsa fina, sin impurezas. Continúa con los pimientos, que lavarás, les quitarás las semillas y el tallo, luego los picarás finamente usando la misma picadora de carne. Esta combinación de verduras le dará a la salsa una textura agradable y un sabor rico.
Los pimientos, a su vez, deben lavarse y escurrirse bien. Una vez preparados, ásalos en una plancha o parrilla, luego quítales la piel para lograr un aroma intenso y un sabor ahumado. En una olla ancha y baja, agrega el aceite y sofríe ligeramente la cebolla picada. Esto añadirá una base sabrosa a tu salsa. Cuando la cebolla se vuelva dorada y comience a volverse translúcida, agrega los pimientos picados y los pimientos asados. Déjalos cocinar bien a fuego lento, revolviendo constantemente con una espátula de madera para evitar que se peguen, hasta que el aceite comience a salir a la superficie, lo que indica que las verduras están listas para el siguiente paso.
Después de que las verduras hayan cocido, añade el jugo de tomate caliente, las hojas de laurel y deja que todo hierva a fuego lento. Revuelve de vez en cuando, teniendo cuidado de que no se pegue al fondo de la olla. Continúa cocinando la salsa hasta que el líquido se reduzca considerablemente y los sabores se concentren. Antes de terminar, no olvides sazonar con sal y añadir algunos granos de pimienta, que le darán un sabor ligeramente picante a la salsa.
Una vez que la salsa esté lista, viértela caliente en frascos esterilizados y calentados, asegurándote de que no queden burbujas de aire. Cubre los frascos con las tapas correspondientes y déjalos reposar en un lugar cálido, como entre mantas, hasta que la salsa se enfríe por completo. Este proceso asegurará una mejor conservación. Una vez enfriados, guarda los frascos en la despensa, donde estarán listos para ser utilizados en diversos platos culinarios, proporcionando un sabor auténtico y rico. Esta receta no solo es deliciosa, sino también rica en nutrientes, perfecta para añadir sabor a tus comidas.

