Gibanica - (burek)
Ingredientes: - 1 paquete de hojas de phyllo (20 hojas) - 2 huevos - 125 g de ricotta - 125 g de mascarpone - 150 g de feta (desmenuzado) - 120 ml de leche - 60 ml de agua mineral - 1 cucharadita de sal
Las hojas de masa phyllo se sacan sobre la mesa de trabajo y se cubren con un paño húmedo para evitar que se sequen. Este paso es esencial porque las hojas de phyllo son muy delgadas y pueden secarse rápidamente, volviéndose quebradizas y difíciles de manejar. Se engrasa una bandeja de 23/33 cm con mantequilla derretida, asegurándose de que cada esquina esté cubierta para evitar que la tarta se pegue. En este momento, preparamos una base deliciosa: se toman 5 hojas de phyllo, que se untan con mantequilla derretida entre ellas, creando así una textura rica y sabrosa.
Por separado, en un tazón grande, se mezclan bien todos los ingredientes del relleno. Estos incluyen huevos frescos, ricotta cremosa, mascarpone fino, feta salada, leche y agua mineral. Cada ingrediente contribuye a crear un relleno rico y aromático, y la sal añadida intensificará el delicioso sabor del plato. Después de la homogeneización, se reservan 5 hojas de phyllo, y las restantes 10 hojas se toman una por una, se sumergen en la mezcla líquida y se arrugan ligeramente. Esta técnica ayudará a absorber el relleno, creando un efecto de capas delicioso.
Las hojas arrugadas se colocan en la bandeja, una al lado de la otra, formando una capa uniforme. Después de terminar las 10 hojas, se toman las 5 hojas reservadas y se colocan encima de la mezcla líquida, untadas entre ellas con mantequilla derretida. Este paso asegura una corteza dorada y crujiente al final. Finalmente, se puede untar por encima con mantequilla o con aceite de girasol o maíz, para añadir una nota adicional de sabor y lograr un color apetitoso.
La bandeja se introduce en el horno precalentado a 375°F (190°C) y se deja durante 30 minutos. Es importante vigilar cuidadosamente el tiempo de cocción para asegurarse de que la tarta se vuelva dorada y crujiente por fuera. Después de sacarla del horno, se deja enfriar durante 5 minutos. Esto permitirá que el relleno se estabilice, facilitando el corte. Se corta en cuadrados más grandes y se sirve caliente, ofreciendo una experiencia culinaria única. ¡Buen provecho! La próxima vez, probaré una versión con feta, crema agria y requesón, que promete ser igual de deliciosa!
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