Sopa de frijoles secos con codillo ahumado
Ingredientes: Ingredientes: 350-400 g de frijoles blancos secos, 1 cebolla, 2-3 zanahorias, 1 raíz de perejil, 500 ml de crema agria, 1 pieza de codillo ahumado, 3 cucharadas de harina, 100 ml de aceite, 250-300 ml de caldo, sal si es necesario.
Preparación: Comenzamos con los frijoles, que ponemos a remojar en agua fría durante la noche. Este paso es esencial, ya que ayuda a que los frijoles se recuperen y se cocinen más fácilmente. Al día siguiente, nos ponemos serios con la tarea. Pelamos las zanahorias, el perejil y la cebolla, preparándolos para agregar sabor a la sopa. La pata de cerdo, cortada en trozos más pequeños, es la siguiente en la lista; no queremos dejarla entera, ya que debe combinarse perfectamente con los otros ingredientes.
Ponemos la pata de cerdo a hervir en agua fría; elegí cocinarla en una olla a presión, donde la dejé hervir durante una hora con aproximadamente 4 litros de agua. Es importante dejar hervir la pata de cerdo hasta que un tenedor la penetre fácilmente, lo que asegurará una carne tierna y jugosa. Después de que la pata de cerdo esté hervida, agregamos los frijoles remojados, junto con las zanahorias y el perejil cortados en tiras finas. Estas verduras también se pueden cortar en rodajas o cubos, dependiendo de la preferencia. Dejamos la cebolla entera para darle a la sopa un sabor delicado, pero también para que se pueda retirar más tarde.
Dejamos que todo hierva a fuego lento, teniendo cuidado de que no se pegue. Mientras tanto, preparamos el roux con el que espesar la sopa. En una sartén, calentamos 100 ml de aceite y agregamos 3 cucharadas de harina, revolviendo hasta que esté homogéneo. Es importante no dejar que se fría demasiado, solo lo suficiente para que adquiera un tono dorado. Apagamos el roux con 250-300 ml de caldo, revolviendo constantemente para evitar grumos. Este mezcla la verteremos sobre la sopa en la olla una vez que los frijoles y las verduras estén cocidos.
Por separado, en un bol, ponemos los 500 ml de crema agria y agregamos gradualmente sopa caliente, revolviendo continuamente para diluir la crema agria y evitar que se cuaje. Una vez que obtenemos una consistencia uniforme, vertemos todo en la olla con la sopa. Dejamos que hierva, luego apagamos el fuego. La sopa se sirve caliente, acompañada de cebolla roja batida, que añade una nota de frescura y un contraste agradable con la riqueza de la sopa. ¡Esta receta no solo calentará tu alma, sino que también se convertirá en un favorito de tus seres queridos!
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