Calabacines con Bechamel (Kousa Bil Bechamel) - Egipto
Ingredientes: Ingredientes: 5-6 calabacines pequeños (10 cm) cortados ligeramente en diagonal (como se corta el salami) 300 g de carne de res molida 1 cebolla (grande y verde, con todas las hojas verdes) 1 cucharada de aceite 1 cucharada de jugo de tomate espeso, con pulpa (passata) sal, pimienta 1 pizca de cilantro molido 1 pizca de comino molido 1 pizca de canela molida un poco de cardamomo molido (solo las semillas negras) nuez moscada molida (una pizca) Para la salsa bechamel: 500 ml de leche 1 cucharada de harina 50 g de mantequilla 1 pizca de nuez moscada rallada sal
Para crear un plato delicioso y reconfortante, comencé preparando la carne. Puse carne molida de cerdo y res en una sartén, junto con una cebolla mediana finamente picada. Agregué una pizca de sal y un chorrito de aceite de oliva, dejando que todo se cocine a fuego lento. Es importante revolver de vez en cuando para evitar que se pegue y asegurar una cocción uniforme. Cuando la carne cambia de color, añado salsa de tomate de calidad junto con mis especias favoritas: pimienta, orégano y albahaca. Dejo hervir la mezcla durante unos minutos para combinar los sabores, luego transfiero todo a un tazón grande, dejando que la carne se enfríe un poco.
Mientras tanto, lavé algunos calabacines jóvenes y tiernos, luego corté sus extremos. Como eran calabacines pequeños, no fue necesario pelar la piel ni quitar las semillas. Los corté en rodajas diagonales para crear piezas más grandes y apetitosas. Los calabacines se añadieron a la sartén donde cociné la carne, sin añadir más aceite, aprovechando la grasa que dejó la carne, y espolvoreé un poco de sal sobre ellos. Cubrí la sartén con una tapa y los cociné al vapor, revolviendo de vez en cuando, hasta que se ablandaron pero no estaban completamente cocidos, aproximadamente a la mitad.
Para completar el plato, preparé una salsa bechamel cremosa. Derretí un trozo de mantequilla en una cacerola, luego añadí una cucharada de harina, removiendo constantemente. Luego, vertí gradualmente leche, mezclando continuamente para evitar grumos. A fuego lento, cociné la salsa, revolviendo sin parar hasta que espese un poco. Si deseas más salsa, puedes duplicar las cantidades, pero opté por una capa delgada, a nuestro gusto. Cuando la salsa estuvo lista, añadí una pizca de nuez moscada molida para darle un sabor extra.
Precalenté el horno a 180-200°C y engrasé una bandeja para hornear con un poco de aceite. Comencé a ensamblar el plato: puse una capa de calabacines en la bandeja, luego añadí la carne cocida. Si lo deseas, puedes hacer una segunda capa de calabacines y carne, como en la musaca. Encima, vertí la salsa bechamel de manera uniforme, asegurándome de que cubriera bien los ingredientes. Coloqué la bandeja en el horno y horneé todo durante unos 30-40 minutos, hasta que la salsa se vuelva dorada y las burbujas de vapor comiencen a salir.
Cuando saqué la bandeja del horno, dejé enfriar el plato durante 5-10 minutos, justo como la lasaña, para que se asienten las capas. Luego, lo corté con cuidado en rebanadas y lo serví con una ensalada fresca, perfecta para complementar este plato reconfortante. ¡Esta receta no solo es sabrosa, sino también una excelente manera de disfrutar de las verduras y la carne de una manera deliciosa!
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