Fusilli Caseros con Salsa de Berenjena

 Ingredientes: Pasta: 150 g de harina de trigo duro, aproximadamente 75 ml de agua tibia (depende de cuánto agua necesite la harina para obtener una masa suave pero no pegajosa, como plastilina) una pizca de sal. Salsa: una lata pequeña de pulpa de tomate, 2 dientes de ajo, aceite, sal, pimienta, orégano seco, 1 berenjena (utilicé una variedad redonda de color púrpura claro, pero cualquier berenjena sin semillas servirá).

Amasar la masa con paciencia y pasión, transformándola en una bola perfecta, que envolvemos cuidadosamente en papel plástico. La dejamos reposar durante aproximadamente 30 minutos en la superficie de trabajo para permitir que el gluten se relaje y sea más fácil de estirar. Después de este período, es hora de transformar la masa en una hoja delgada, de aproximadamente 2 mm de grosor. Con un cuchillo afilado o una rueda de cortar, cortamos la masa en piezas largas de 10 cm y de 4-5 mm de ancho.

Usamos un palito, que puede ser un simple palillo o un pincho grueso, para envolver cada pieza de masa. Comenzamos desde un extremo de la cinta y nos movemos lentamente, formando una espiral aireada, de modo que el paso de la espiral esté bien definido, como una rosca de tornillo. Una vez que terminamos de envolver, colocamos el palito en la superficie de trabajo. Con la palma de la mano, sin aplicar demasiada presión, lo giramos suavemente hacia adelante y hacia atrás para darle la forma deseada. Luego, con cuidado, deslizamos la pasta del palito, asegurándonos de que la espiral mantenga su forma. Colocamos la pasta en una superficie limpia o sobre una servilleta y las dejamos secar durante al menos una hora. Si optas por secarlas sobre una tabla de madera, gira cada pieza para que se seque de manera uniforme, o usa telas para permitir la circulación del aire.

Mientras la pasta se seca, dirigimos nuestra atención a la salsa. Las berenjenas se cortan en rodajas finas, que luego se dividen en cuartos o cubos, según las preferencias. Las rodajas de berenjena se colocan en un colador, donde espolvoreamos sal generosamente para ayudarlas a eliminar el exceso de agua y amargor. Después de unos minutos, enjuagamos las berenjenas y las secamos con una servilleta. Es mejor freírlas, pero también podemos asarlas a la parrilla o en una sartén antiadherente, según las preferencias.

Una vez que las berenjenas están fritas y doradas, las retiramos de la sartén. En el aceite restante, añadimos la pulpa de tomates frescos, junto con dos dientes de ajo enteros y una pizca de sal. Dejamos que la salsa hierva a fuego medio, tapada, hasta que espese. Una vez que la salsa alcanza la consistencia deseada, retiramos los dientes de ajo e incorporamos las berenjenas fritas. Espolvoreamos pimienta y mejorana, mezclamos todo con cuidado y mantenemos la salsa caliente en la estufa.

En una olla aparte, ponemos agua con sal a hervir y, una vez que hierva, añadimos la pasta seca. Hervimos la pasta durante aproximadamente 5 minutos, o hasta que suban a la superficie. Es importante probar la pasta para asegurarnos de que no esté demasiado cocida. Una vez que estén listas, las escurrimos con cuidado y las mezclamos con la salsa aromática, asegurándonos de que cada espiral de masa esté cubierta con la deliciosa mezcla de berenjenas y tomates. Este plato, lleno de texturas y sabores, seguramente será apreciado por todos los que se sienten a la mesa.

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Fusilli Caseros con Salsa de Berenjena
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