Baklava

 Ingredientes: Ingredientes 1 paquete de hojas de masa delgadas (cubiertas con un paño húmedo hasta su uso) 200 g de mantequilla (82% de grasa) Para el relleno: 125 g de pistachos 125 g de nueces 100 g de almendras 55 g (1/4 de taza) de azúcar 1 cucharadita de canela 1/4 de cucharadita de nuez moscada 1/4 de cucharadita de clavos en polvo Para el jarabe: 300 g de miel 150 g de azúcar el jugo de 1 limón

Para preparar una baklava deliciosa y aromática, el primer paso es cuidar de los pistachos. Molemos 2 cucharadas de pistachos, que se utilizarán para la decoración final del plato. El resto de los pistachos, junto con nueces y almendras, se muelen juntos, asegurándonos de obtener una textura media, no muy fina, para añadir sabor y consistencia al relleno. Una vez que tenemos la mezcla de nueces, añadimos nuestras especias favoritas, que pueden incluir canela, clavos o incluso vainilla, para realzar el aroma de la baklava.

Precalentamos el horno a 180 grados Celsius (marca de gas 4) y preparamos nuestra bandeja para hornear, que debería ser de aproximadamente 18 cm x 28 cm. Derretimos la mantequilla y usamos un pincel para engrasar bien la bandeja, asegurándonos de que cada rincón esté cubierto. Tomamos la primera hoja de masa filo y la colocamos en la bandeja, asegurándonos de que la mitad esté dentro de la bandeja y la otra mitad esté fuera. Untamos esta hoja con mantequilla derretida, luego doblamos la parte exterior sobre la que está en la bandeja, volviendo a untar con mantequilla. Este proceso se repite con otras cuatro hojas, asegurándonos de que cada hoja esté colocada de manera que las partes exteriores sean opuestas entre sí.

Después de colocar las cinco hojas, añadimos la mitad del relleno de nueces de manera uniforme, asegurándonos de que esté distribuido por toda la superficie de las hojas. Continuamos colocando dos hojas más de masa, untándolas también con mantequilla. Añadimos el resto del relleno, seguido de otras cuatro hojas, cada una untada con mantequilla para asegurar una corteza crujiente.

Para marcar las porciones, usamos un cuchillo afilado y cortamos a través de las primeras dos hojas en diagonal, formando un patrón de rombos. La baklava está ahora lista para ser colocada en el horno precalentado. La dejamos hornear durante 30 minutos.

Mientras tanto, preparamos el jarabe dulce que enriquecerá el sabor de la baklava. En una cacerola, combinamos los ingredientes del jarabe con 200 ml de agua y los llevamos a ebullición a fuego medio. Una vez que comienza a hervir, reducimos el fuego al mínimo y dejamos que el jarabe se reduzca durante unos 20 minutos. Después de que el jarabe se haya espesado, lo dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Después de los 30 minutos de horneado, cubrimos la baklava con papel de aluminio y la dejamos en el horno otros 20 minutos para que se mezclen los sabores. Cuando la baklava esté lista, la sacamos del horno y vertemos el jarabe enfriado uniformemente sobre toda la superficie. Dejamos que la baklava se enfríe completamente antes de cortar las porciones según las marcas hechas anteriormente. Esta delicia es ideal para servir en ocasiones especiales o simplemente para consentir el paladar.

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