Sopa de Crema de Castañas y Coliflor Asada
Ingredientes: Para 2-3 porciones, aproximadamente 30 castañas (o una taza de té llena de puré de castañas), 1 coliflor pequeña (del tamaño de un puño), caldo de verduras (hecho por ti con 1 cebolla, 1 zanahoria, una raíz blanca), sal, pimienta, 1 cucharada de aceite, 1 taza (como las tazas de café en Rumanía) con leche (opcional), perejil, picatostes.
Las castañas son un ingrediente versátil y delicioso que puede transformar cualquier comida en una experiencia culinaria inolvidable. Si tienes castañas enteras, es importante marcarlas antes de hervirlas. Así que, toma un cuchillo afilado y haz un pequeño corte en cada castaña. Luego, colócalas en una olla con agua fría, añadiendo una hoja de laurel para dar un extra de sabor. Si tienes castañas congeladas, no es necesario descongelarlas antes de hervirlas. Simplemente ponlas directamente en agua fría y lleva todo a ebullición. Es esencial pelarlas mientras aún están calientes, ya que la cáscara marrón exterior y la piel interior se desprenden mucho más fácilmente en esta etapa.
Si utilizas castañas secas o deshidratadas, se recomienda dejarlas en remojo en un bol con agua la noche anterior. Por la mañana, notarás que han absorbido suficiente agua. Después de pelarlas, hiérvelas en agua con una hoja de laurel, al igual que las frescas. Es un proceso simple, pero requiere un poco de paciencia.
Mientras las castañas hierven, prepara la coliflor. Lava bien una coliflor y córtala en pequeños ramilletes. Colócalos en una bandeja de horno forrada con papel pergamino, rocía con un poco de aceite de oliva y espolvorea con sal al gusto. Precalienta el horno a una temperatura media-alta y deja que la coliflor se aseque hasta que esté suave y un tenedor la atraviese fácilmente. Este paso realzará el sabor de la coliflor, dándole una textura agradable.
Una vez que las castañas estén hervidas, añade su pulpa a una olla grande y bastante profunda donde prepararás la sopa. Mezcla con la coliflor, reservando algunos ramilletes para decorar. Vierte el caldo de verduras y deja que todo hierva durante unos 10 minutos. Si sientes que hay demasiado líquido, tienes la opción de retirar parte de la sopa y guardarla para añadirla más tarde, dependiendo de la consistencia deseada.
Utiliza una batidora de mano para convertir la mezcla en una crema suave. Agrega la leche gradualmente, removiendo constantemente, hasta que logres una textura aterciopelada. Prueba la sopa y ajusta la sal y la pimienta recién molida al gusto.
Para un toque extra de sabor, sirve la sopa con picatostes crujientes, que puedes preparar con cubos de pan rociados con aceite y horneados en el horno o en una sartén. Un puñado de perejil fresco picado añadirá un toque de frescura y color. Este plato no es solo una sopa, sino una verdadera delicadeza que deleitará las papilas gustativas de todos los que la saboreen.
Etiquetas: cebolla verdor zanahorias sopa leche aceite coliflor recetas sin gluten recetas vegetarianas
