Salmón Wellington

 Ingredientes: un filete de salmón (500 g cortado por la mitad a lo largo) 700 g de espinacas 1 cebolla mediana picada finamente masa para pasteles (se mantiene en el refrigerador hasta que se necesite, para que sea fácil de usar) 1 taza de vino blanco 1 taza + 2 cucharadas de crema dulce azafrán 500 g de espárragos 1 huevo batido para untar la masa 20 g de mantequilla sal, pimienta, semillas de sésamo sal marina gruesa cebollino (cebollino en inglés, cippolino en italiano) pimiento rojo picado finamente para decorar

Para preparar un deleite culinario a base de pescado y espinacas, comienza sofriendo las espinacas. En una sartén caliente, agrega dos cucharadas de aceite y la mitad de la cebolla finamente picada. Déjalas sofreír juntas durante aproximadamente 3 minutos, revolviendo constantemente, hasta que las espinacas se ablanden y reduzcan significativamente su volumen. Ahora, agrega sal y pimienta al gusto, para realzar los sabores. Una vez que las especias estén integradas, incorpora dos cucharadas de crema dulce, que le dará al plato una textura cremosa. Continúa cocinando durante otros 2 minutos, asegurándote de que la mezcla no se vuelva demasiado húmeda, pero tampoco seca, manteniéndose perfectamente equilibrada.

Mientras las espinacas se enfrían, prepara el pescado. Sazónalo con sal, pimienta y unas gotas de jugo de limón. Este paso es esencial para resaltar el sabor del pescado. En otra sartén, agrega dos cucharadas de aceite y caliéntalo bien, luego coloca el pescado, dejándolo freír durante unos minutos hasta que se forme una costra dorada. Esta costra ayudará al pescado a retener sus jugos, manteniéndolo jugoso. Una vez listo, coloca el pescado sobre una toalla de papel para absorber el exceso de aceite.

A continuación, prepara la masa. Coloca una hoja de masa sobre una tabla de cortar limpia y pínchala con un tenedor para evitar que se infle en exceso durante la cocción. En esta hoja, coloca el trozo de pescado, seguido de la mitad de la mezcla de espinacas. Humedece los bordes de la hoja con un poco de agua y dobla la masa para formar un paquete. Corta los bordes a aproximadamente 1 cm y presiónalos con un tenedor para sellarlos bien. Una alternativa es enrollar los bordes de la masa, dándole una forma elegante.

Pinta la masa con un huevo batido, espolvorea sal gruesa y semillas de sésamo por encima, luego colócala en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Precalienta el horno a 200°C (400°F) y hornea el plato durante 30 minutos o hasta que esté dorado y crujiente. Asegúrate de que la rejilla esté colocada en la parte superior del horno para evitar que se queme.

Mientras tanto, para completar el plato, prepara los espárragos. Rocíalos con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta, luego colócalos en el horno a la misma temperatura durante 10-12 minutos. En una sartén separada, sofríe la otra mitad de la cebolla en un poco de mantequilla, luego desglasa con vino blanco, dejando hervir hasta que se reduzca a la mitad. Agrega una taza de crema dulce, sal y pimienta, y deja hervir nuevamente hasta que la mezcla espese.

Finalmente, retira la sartén del fuego y agrega una pizca de azafrán y un trozo de mantequilla para dar más sabor. En una fuente, coloca los espárragos, encima agrega dos rodajas de salmón y sirve con unas cucharadas de salsa fina. Esta combinación de texturas y sabores transformará este plato en una verdadera obra maestra culinaria, perfecta para una cena especial.

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Salmón Wellington
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