Pastel con Amor

 Ingredientes: Base: 300 g de galletas digestivas, 1/2 paquete de margarina, 2 cucharadas de azúcar. Relleno: 300 g de queso cottage, un yogur pequeño, 2-3 cucharadas de azúcar o miel, azúcar vainillado, pasas, jugo y ralladura de 1/2 limón, un paquete de nata montada con leche. Cobertura: frutas del bosque congeladas (aproximadamente 1/4 bolsa), un vaso de vino y 2 cucharadas de miel.

Las galletas se trituran finamente, ya sea con un procesador de alimentos o a mano, colocándolas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo. Forman la deliciosa base de nuestro pastel. Una vez trituradas, se añade mantequilla derretida, que les dará una textura cremosa y un sabor rico. Si eliges miel, añadirá una nota floral, mientras que el azúcar proporcionará una dulzura clásica. Mezcla bien hasta que las galletas estén completamente cubiertas de mantequilla y endulzante.

En un bol aparte, el queso cottage se aplasta con un tenedor, teniendo cuidado de no dejar trozos grandes. Esta será la relleno principal, aportando una nota cremosa y un sabor ligeramente salado que contrastará perfectamente con la dulzura de las frutas. Se añaden al queso aplastado el resto de los ingredientes, como vainilla, crema agria o yogur, dependiendo de las preferencias, y se mezcla bien hasta que esté homogéneo. Por último, se incorpora suavemente la nata montada, teniendo cuidado de mantener su aireación para obtener un relleno esponjoso y ligero.

Para el compota de frutos del bosque, se colocan las frutas en una cacerola junto con la miel y el vino. Se llevan a ebullición a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que el jugo se reduzca significativamente y las frutas se concentren más. Esta salsa proporcionará una nota vibrante y aromática al pastel, trayendo una explosión de sabor con cada rebanada.

Para montar el pastel, se prepara un molde con detalles, ya sea de silicona o con fondo desmontable, que facilitará la extracción del pastel. Primero se añade la mezcla de galletas, presionándola bien en el fondo del molde para formar una base sólida. Luego, se vierte con cuidado el relleno de queso, nivelándolo uniformemente. Encima, se añade el compota de frutos del bosque, distribuyéndolo uniformemente para crear una apariencia atractiva.

Se deja el pastel en el refrigerador durante al menos unas horas, idealmente durante la noche, para que se endurezca y permita que los sabores se combinen. Cuando esté listo para servir, se puede decorar con algunas frutas frescas o hojas de menta, añadiendo un toque de frescura. Disfruta de cada rebanada de este delicioso pastel, lleno de texturas y sabores, perfecto para una ocasión especial o simplemente para darte un capricho.

 Etiquetasleche queso vino azúcar margarina limón miel galletas recetas vegetarianas recetas para niños

Pastel con Amor
Pastel con Amor
Pastel con Amor

Recetas