Caldo de Pimiento

 Ingredientes: - 7 kg de pimientos kapia rojos y pimientos morrones rojos - sal (al gusto) - un paquete de conservante.

Los pimientos se limpian y se lavan, eligiendo los más frescos y coloridos que podamos encontrar. Se recomienda usar pimientos rojos, verdes o amarillos, según las preferencias y el sabor deseado. Después de quitarles las semillas y los tallos, los cortamos en trozos más pequeños para facilitar el proceso de picado. Ya sea que optemos por una picadora de carne o un procesador de alimentos, aseguramos una textura uniforme, que contribuirá a un caldo sabroso y rico. Una vez picados, los pimientos se colocan en una olla grande, ideal para hervirlos de manera uniforme.

Llevamos la olla a fuego medio y dejamos que los pimientos hiervan, revolviendo de vez en cuando para evitar que se peguen al fondo de la olla. Es esencial dejar que la mezcla se reduzca a la mitad para concentrar los sabores y lograr un caldo más denso y sabroso. Durante la ebullición, añadimos sal al gusto. Esto no solo ayuda a intensificar el sabor, sino que también conserva la preparación, así que es bueno probar con frecuencia para ajustar el aliño.

En los últimos minutos de cocción, añadimos el conservante que hemos seleccionado cuidadosamente; yo opté por un sobre que se disolverá fácilmente en la mezcla caliente. Es importante mezclar bien, asegurándonos de que el conservante se incorpore uniformemente al caldo. Una vez que hemos logrado la consistencia deseada, es hora de prepararnos para el embotellado.

Cada frasco debe estar bien lavado y seco para evitar la contaminación del contenido. Colocamos los frascos en una superficie limpia y estable, listos para llenarlos con el caldo caliente. Usamos un cucharón o un recipiente de boca ancha para facilitar el vertido. Llenamos cada frasco, dejando un poco de espacio en la parte superior para la expansión. Después de terminar de llenar todos los frascos, atornillamos cuidadosamente las tapas, asegurándonos de que estén herméticas.

Para completar el proceso de conservación, damos la vuelta a los frascos boca abajo, dejándolos enfriar en esta posición. Este truco ayuda a crear un vacío, que conservará el caldo por más tiempo. Dejamos que los frascos se enfríen completamente y luego los almacenamos en un lugar oscuro y fresco. De esta manera, podemos disfrutar de un caldo de pimientos delicioso y aromático, perfecto para usar en varias recetas durante el invierno. Ya sea que lo uses en sopas, salsas o platos, el producto preparado añadirá sabor a cada comida!

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