Granos de Maíz en Leche, Conservados para el Invierno
Ingredientes: mazorcas de maíz, en leche - sal gruesa (1 cucharada por 2 litros de agua) - azúcar (2 cucharadas por 2 litros de agua)
Para preparar maíz dulce en leche, el primer paso es quitar las mazorcas de maíz de las hojas y los pelos que las cubren. Una vez que haya completado este proceso, deberá separar cuidadosamente los granos de las mazorcas. Es importante que el maíz esté fresco y, idealmente, en leche, ya que esto añadirá sabor y dulzura al plato final.
Separar los granos de maíz puede parecer un proceso laborioso, pero hay un método simple para agilizar esta etapa. Comience tomando un cuchillo afilado y, de un extremo al otro de la mazorca, corte cuidadosamente tres filas de granos. Use la punta del cuchillo para realizar esta operación, teniendo cuidado de no dañar los granos. Una vez que haya realizado los cortes, use su pulgar para separar los granos de la mazorca, dirigiéndolos hacia la parte vacía de esta. De esta manera, podrá obtener granos intactos y hermosos, listos para hervir.
Después de obtener todos los granos, es hora de hervirlos. Llene una olla con agua y llévela a ebullición. Agregue sal y azúcar al agua, asegurándose de respetar las proporciones para lograr un sabor equilibrado. Hierva los granos de maíz en el agua hirviendo durante aproximadamente 5-7 minutos, lo suficiente para que se ablanden ligeramente, pero sin hacerlos demasiado blandos. Después de hervir, escúrralos bien.
Deje que los granos se enfríen completamente antes de porcionarlos. Use bolsas para congelar; idealmente, debería tener bolsas con un sistema de cierre para mantener la frescura. Si no puede encontrar tales bolsas, no hay problema, puede usar dos bolsas para cada porción. Aplane el contenido de las bolsas, eliminando la mayor cantidad de aire posible; este paso es esencial para prevenir la formación de cristales de hielo. Se recomienda sellar al vacío las bolsas si tiene disponible una selladora al vacío.
Después de sellar las bolsas, fechelas para que sepa exactamente cuándo se preparó cada porción. Coloque las bolsas en el congelador, asegurándose de que estén separadas, es decir, que no estén apiladas una sobre otra, para permitir una congelación uniforme. Déjelas en el congelador hasta el día siguiente para que se congelen bien. Una vez congeladas, organícelas en el congelador como desee, para que pueda acceder fácilmente a ellas cuando las necesite. Estos granos de maíz serán un ingrediente maravilloso para varios platos, aportando un sabor dulce y fresco a cualquier comida.
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