Ciruelas Brumarii (Bistrita), Conservadas para el Invierno

Name: Ketchup Dulce
Prep time: 30 min
Cook time: 30 min
Total time: 1 h
Yield: Makes 1 serving
Cuisine: international
Ingredients: Para aproximadamente 1 l; 2 kg de tomates; 1/2 kg de pimientos (pimiento rojo); 1 manzana (100 g); 200 g de cebolla; 100 g de apio raíz y hojas; 1 diente de ajo; prensado; 1/2 cucharada de sal gruesa; 1 cucharadita de pimienta; recién molida; 1/2 cucharadita de tomillo; 1 pizca de orégano; 1 pequeño palo de canela; 100 g de azúcar; 30 ml de vinagre alimentario de 9 grados

Ingredientes: ciruelas de orujo (morado oscuro)

Lavar, escurrir y deshuesar las ciruelas son pasos esenciales para disfrutar de esta deliciosa fruta durante todo el año. Comienza eligiendo ciruelas maduras, con un color vibrante, sin manchas ni daños. Una vez que hayas seleccionado las ciruelas, lavarlas bajo un chorro de agua fría es crucial para eliminar impurezas y pesticidas. Usa un cepillo suave para limpiar la piel si es necesario, luego escúrrelas bien en un colador.

Después de que las ciruelas estén limpias, procede a deshuesarlas. Esto se puede hacer con una herramienta diseñada específicamente para deshuesar frutas, pero si no tienes una a mano, un cuchillo afilado será de gran ayuda. Corta las ciruelas por la mitad, retira el hueso y coloca la pulpa en bolsas de nylon o en recipientes de plástico con tapa. Asegúrate de que cada porción esté bien sellada para evitar la formación de cristales de hielo, que pueden afectar la textura y el sabor de las ciruelas una vez descongeladas.

Etiquetar es un paso esencial. Escribe la fecha y el contenido en las etiquetas para que sepas exactamente qué tienes en el congelador. Las ciruelas congeladas se pueden almacenar hasta por 12 meses, y si sigues estos pasos, podrás conservar el sabor y la calidad de la fruta para usar en varios platos. Desde tartas, mermeladas, compotas hasta batidos refrescantes, las ciruelas congeladas te traerán un toque de verano en los fríos días de invierno.

Una vez que hayas terminado de preparar todas las ciruelas, colócalas en el congelador. Asegúrate de que la temperatura sea lo suficientemente baja para mantener la fruta fresca. Cuando quieras usarlas, simplemente saca la porción deseada del congelador y déjalas descongelar a temperatura ambiente o en el refrigerador para preservar su sabor. Con estas ciruelas congeladas, puedes disfrutar de un sabor dulce y ácido, lleno de vitaminas y minerales, perfecto para enriquecer tus comidas.

Etiquetas: ciruela recetas sin gluten recetas sin lactosa recetas vegetarianas recetas para niños recetas para diabéticos recetas para hepatitis recetas para hipertensos recetas sin grasa