Tarta de Frutas con Masa Quebrada
Ingredientes: Para la masa: 300 g de harina, 125 g de margarina o mantequilla, 2 yemas de huevo, 1 cucharada de azúcar, una pizca de sal. Para el relleno: 1 paquete de pudín con crema batida, 200 ml de crema batida, 500 ml de leche, 5 g de gelatina.
Para hacer algunas tartas deliciosas, comienza por preparar la masa. Asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente; este detalle marca la diferencia en la textura final de la masa. En un tazón grande, agrega la harina, la mantequilla en cubos, el azúcar y una pizca de sal. Mézclalos con un batidor o con las manos hasta obtener una composición homogénea que se asemeje a arena húmeda. Luego, agrega el huevo y la esencia de vainilla, continuando a mezclar hasta que la masa se vuelva suave y elástica. Después de haber obtenido la masa, dale forma de bola, envuélvela en film transparente y refrigérala durante una hora. Este paso es esencial ya que ayuda a endurecer la mantequilla, dando así a la tarta una textura quebradiza.
Después de que la masa haya estado en el frío, sáquela y divídala en piezas más pequeñas, que extenderás con un rodillo sobre una superficie espolvoreada con harina. Es importante lograr un grosor uniforme de aproximadamente 3-4 mm. Forra los moldes de tarta con las rebanadas de masa, asegurándote de presionarlas bien para evitar la formación de burbujas de aire. Esto puede llevar algo de tiempo, pero el resultado final valdrá tu esfuerzo. Precalienta el horno a 180 grados Celsius y hornea las tartas durante 20-25 minutos, hasta que los bordes se tornen dorados y ligeramente tostados. Una vez que estén listas, voltea los moldes y déjalos enfriar completamente.
Mientras tanto, puedes preparar el pudín según las instrucciones del paquete. Una vez que el pudín esté listo, agrega la gelatina disuelta en un poco de agua fría para darle una textura más cremosa. Después de que la mezcla se haya enfriado, incorpora gradualmente la crema batida, mezclando con cuidado para mantener el aire en la crema. De este modo, obtendrás un relleno ligero y delicioso.
Rellena cada tarta con esta mezcla, teniendo cuidado de no sobrepasar los bordes. Luego, deja volar tu imaginación y decora las tartas con frutas frescas. Elegí usar semillas de granada y rodajas de kiwi, pero también puedes optar por otras frutas de temporada como frambuesas, arándanos o duraznos. Las tartas rellenas se pueden conservar en la nevera durante un día, mientras que las no rellenas pueden durar hasta 20 días, lo que las hace ideales para preparar con anticipación. Así, tienes la oportunidad de disfrutar de estas delicias cuando quieras, sin tener que apresurarte en la cocina. ¡Disfruta de cada momento del proceso culinario!
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