Mermelada de pimiento picante
Ingredientes: 1 kg de pimiento rojo picante, 1 kg de azúcar, 1 l de vinagre de 9 grados
Una deliciosa receta de mermelada de pimiento picante puede añadir un toque de sabor a tu cocina, convirtiendo un simple bocadillo en una experiencia culinaria memorable. Comienza preparando los ingredientes necesarios: necesitarás pimientos picantes, azúcar, vinagre y, por supuesto, un poco de amor por cocinar.
El primer paso es asegurarte de que el vinagre sea de buena calidad, ya que influirá en el sabor final de la mermelada. Coloca el vinagre en una cacerola y añade el azúcar. Hierve la mezcla a fuego medio durante 30 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que el azúcar se disuelva completamente y la mezcla comience a espesar. Es importante prestar atención a este paso, ya que el vinagre revelará sus ricos sabores durante la ebullición.
Mientras tanto, lava los pimientos picantes bajo un chorro de agua fría y déjalos secar sobre una toalla limpia. Aquí viene un paso esencial: para evitar quemaduras en la piel, te aconsejo usar guantes quirúrgicos mientras limpias los pimientos. Con un cuchillo afilado, quita el tallo, las venas internas y las semillas para obtener cubos de pimiento finos. Corta los pimientos en trozos pequeños, asegurándote de obtener un tamaño uniforme para una cocción uniforme.
Una vez que el vinagre haya hervido y espesado adecuadamente, añade los cubos de pimiento al jarabe de azúcar y vinagre. Deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 40 minutos. Es esencial revolver de vez en cuando para evitar que se pegue y asegurarte de que la mermelada se cocine uniformemente. Notarás cómo los colores se intensifican y el aroma se vuelve irresistible, llenando tu cocina con un perfume dulce y ácido.
Cuando la mermelada haya alcanzado la consistencia deseada, prepara los tarros esterilizados. Puedes esterilizarlos hirviéndolos en agua o en el horno a una temperatura de 120 grados Celsius. Llena los tarros con la mermelada caliente, asegurándote de dejar un poco de espacio en los bordes. Ciérralos bien con las tapas y colócalos boca abajo, cubriéndolos con una toalla más gruesa. Esto ayudará a crear un sellado perfecto y mantendrá la mermelada fresca durante mucho tiempo.
Después de que los tarros se hayan enfriado completamente, guárdalos en la despensa, en un lugar oscuro y fresco, donde esperarán ser disfrutados junto a quesos, carnes o incluso en una rebanada de pan fresco. ¡Disfruta de esta deliciosa mermelada y de todas las combinaciones que puede aportar a tus comidas!
