Sopa de Frijoles

 Ingredientes: I- jamón ahumado del cerdo recibido de mi abuelo; - costillas ahumadas... lo mismo; - medio kg de frijoles del mercado; - una zanahoria grande; - 2 hojas de laurel; - 2 cucharadas de harina; - 750 ml de crema agria del mercado o de la vaca de mi abuela; - una cebolla; - 2 cucharadas de aceite; - una cucharada de sazonador Maggi.

Para preparar una deliciosa sopa con jamón ahumado y frijoles, es esencial organizarnos antes de comenzar el proceso de cocción. En esta receta, nos enfocaremos en lograr una sopa rica en sabores y texturas que deleitará cualquier comida. Comenzamos preparando los ingredientes la noche anterior. Cortamos trozos de jamón ahumado y tocino, que pondremos a remojar en un recipiente con agua, dejándolos reposar toda la noche. Esto ayudará a reducir la intensidad de la sal y hará que los jugos de la carne sean menos salados.

A la mañana siguiente, nos ocupamos de los frijoles. Esto requerirá una etapa de remojo, así que los ponemos en un tazón con agua durante aproximadamente una hora y media para hidratarlos adecuadamente. Mientras los frijoles se remojan, nos preparamos para hervir. En una olla grande, ponemos los trozos de jamón ahumado y tocino a hervir, sin añadir sal, ya que la carne ya contiene suficiente sal. Es importante probar el caldo al final para ajustar el nivel de sal.

Una vez que la carne comienza a hervir, añadimos la zanahoria en cubitos y las dos hojas de laurel, que enriquecerán el sabor de la sopa. Mientras tanto, ponemos los frijoles en otra olla y los hervimos hasta que se ablanden, pero no se cocinen demasiado. Una vez que los frijoles estén listos, los escurrimos y los añadimos a la olla con el jamón y el tocino.

Para espesar la sopa y darle una cremosidad especial, preparamos una mezcla de dos cucharadas de harina y aproximadamente cuatro cucharadas de crema agria. Mezclamos bien los ingredientes con un tenedor hasta obtener una pasta suave. Luego, añadimos el resto de la crema agria, continuando a mezclar para que no queden grumos.

Hacia el final de la cocción, añadimos esta mezcla cremosa a la olla con la sopa, dejándola hervir dos o tres veces. Esto hará que la sopa sea más rica y consistente.

En otro paso, nos ocupamos de la cebolla. La picamos a nuestro gusto y la ponemos en un paño limpio, que doblamos, dándole unos golpes enérgicos. Este truco ayuda a reducir la acidez de la cebolla, proporcionando un sabor más agradable a la sopa. Colocamos la cebolla en un tazón, añadimos dos cucharadas de aceite y sazonamos al gusto, mezclando bien para combinar los sabores.

Finalmente, servimos la sopa caliente, decorada con la cebolla preparada, disfrutando de un plato reconfortante lleno de sabor y tradición. Esta sopa es perfecta para los días más frescos, trayendo un toque de calidez a nuestras almas.

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