Mini tartas de Cuaresma
Ingredientes: 100 ml de vino blanco (jugo de tomate o borscht) 80 ml de aceite de oliva 300-350 g de harina 2 cucharadas de harina de maíz 1/2 cucharadita de sal
¡Otra receta de ayuno y, por fin, he logrado encontrar tiempo para escribir sobre ella! Aunque tengo a mi disposición un montón de recetas de platos de ayuno, confieso que no soy particularmente aficionado a ellas. Cocinar vegetariano o de ayuno puede ser un verdadero desafío, especialmente cuando se trata de ofrecer un sabor auténtico sin caer en la trampa de recetas repetitivas. Sin embargo, hoy descubrí una masa tan simple y versátil que merece ser incluida en el repertorio de cualquier cocinero.
Para preparar esta masa, necesitarás ingredientes básicos: 100 ml de borscht (o, en su ausencia, jugo de tomate o vino), 80 ml de aceite, 1/2 cucharadita de sal, harina (aproximadamente 300-350 g) y 1-2 cucharadas de harina de maíz. Comienza combinando el borscht, el aceite y la sal en un tazón grande, mezclándolos bien para emulsionar. Luego, agrega la harina gradualmente, revolviendo con una cuchara de madera hasta que la masa se vuelva homogénea. Si deseas que las tartas sean crujientes, es preferible agregar algunas cucharadas de harina de maíz gruesa, que contribuirá a la textura deseada.
Una vez que hayas obtenido una masa consistente, espolvorea un poco de harina sobre la superficie de trabajo y comienza a amasar suavemente. No es necesario que te esfuerces demasiado; solo asegúrate de que la masa se vuelva elástica. Colócala en papel plástico y déjala en el refrigerador durante aproximadamente 30 minutos, tiempo durante el cual puedes precalentar el horno.
Saca la masa del refrigerador, dale forma de rollo y córtala en rodajas. Usando la palma de tu mano, aplana cada rodaja para obtener el tamaño deseado. Si utilizas moldes grandes para tartas, un rodillo te será de gran ayuda. A medida que formas las tartas, devuélvelas al refrigerador para que se enfríen nuevamente. Este paso es esencial para evitar que la masa se infle durante la cocción, ¡así que no lo saltes!
Después de que las tartas hayan estado refrigeradas, sácalas, pínchalas ligeramente con un tenedor y hornéalas en el horno precalentado durante 10-15 minutos. Notarás que las tartas de borscht se broncean más que las de vino, mientras que las de jugo de tomate adquieren un tono vibrante.
Estas tartas se pueden almacenar durante mucho tiempo en una caja o bolsa de papel, lo que las hace ideales para preparar con anticipación. Además, son perfectas para ser rellenas con diversas combinaciones, dependiendo de las preferencias de cada uno. Personalmente, experimenté con una salsa bechamel hecha de leche de coco, logrando así evitar la leche de vaca, y utilicé aceitunas y alcaparras para reemplazar las anchoas.
Antes de servirlas, te recomiendo ponerlas brevemente bajo el grill del horno; este paso añadirá un toque crujiente y realzará el sabor. Finalmente, no olvides que cada receta puede ser adaptada a tus gustos. ¡Así que ayunemos con alegría y creatividad!
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