Sopa de Pollo a la Griega
Ingredientes: 1 pollo de aproximadamente 1 kg (o carne de pollo también de aproximadamente 1 kg) 1 raíz de apio 1 raíz de chirivía 3 zanahorias 1 cebolla más grande 1 pimiento rojo 1 limón 3 yemas de huevo 300 g de crema agria 60 g de arroz 1 zanahoria para color 3 cucharadas de aceite perejil fresco
Lavamos bien el pollo bajo un chorro de agua fría, asegurándonos de eliminar cualquier impureza. Luego lo cortamos en trozos adecuados para que se cocine de manera uniforme. En una olla grande, ponemos el pollo a hervir con suficiente agua para cubrirlo completamente. Es esencial desespumar bien la sopa, eliminando la espuma que se forma en la superficie, para lograr un caldo claro y sabroso. Este proceso tomará unos minutos, pero es crucial para mejorar la apariencia y el sabor final de la sopa.
Mientras tanto, nos ocupamos de las verduras. Pelamos todas las verduras: zanahoria, perejil, apio y cebolla, y luego las cortamos en trozos grandes. Es importante que las verduras estén cortadas de manera uniforme, para que se cocinen al mismo tiempo. Reservamos una zanahoria entera para su uso posterior. Agregamos las verduras a la olla sobre el pollo, cubrimos con una tapa y dejamos hervir a fuego medio durante aproximadamente una hora. Cuando el pollo esté bien cocido, lo sacamos de la olla y colamos la sopa para eliminar las verduras y cualquier hueso.
La carne de pollo se desmenuza o se corta en cubos, según la preferencia. Prefiero los cubos, ya que se integran mejor en la sopa. Parte de las verduras hervidas las mezclamos para obtener una pasta fina, que añadimos al caldo colado. Esto proporcionará una textura cremosa y un sabor intenso. Por separado, lavamos el arroz en agua fría y lo hervimos con una pizca de sal hasta que esté ligeramente blando, pero no completamente cocido.
En un bol más grande, combinamos las yemas de huevo con la crema agria, mezclando bien para obtener una composición homogénea. Agregamos gradualmente unos cucharones de sopa a esta mezcla, continuando a batir con un batidor para evitar que se corte. Una vez que la composición es uniforme, vertemos la mezcla en la olla con la sopa, removiendo con una cuchara o un cucharón hasta que todo el líquido alcance la misma temperatura.
Luego agregamos la carne cortada y el arroz escurrido a la olla. Es momento de añadir el jugo de limón, empezando con la mitad de la cantidad para evitar una acidez demasiado fuerte. Probamos y añadimos sal al gusto. Rallamos la zanahoria restante en un rallador fino y la sofreímos en una sartén hasta que esté dorada. Esto añadirá un toque de color y un sabor agradable a la sopa.
Después de que la zanahoria esté lista, colamos el jugo de color hermoso sobre la sopa y dejamos que todo hierva a fuego lento durante otros 10-15 minutos, para que los sabores se combinen y la carne absorba los sabores del jugo. Finalmente, apagamos el fuego y añadimos las hierbas frescas picadas finamente. Servimos la sopa caliente, acompañada de ají picante para quienes deseen un toque picante. Esta sopa de pollo no solo es nutritiva, sino también reconfortante, perfecta para los días frescos.
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