Magdalenas de Fondo Negro
Ingredientes: Base: 200 g de harina 200 g de azúcar 30 g de cacao amargo 1 cucharadita de bicarbonato 1/4 cucharadita de sal 240 ml de agua 80 ml de aceite de girasol 1 cucharada de vinagre 1 cucharada de esencia de vainilla. Relleno: 230 g de queso crema tipo Philadelphia 65 g de azúcar 1 huevo 1/2 cucharadita de vainilla.
Para preparar estos deliciosos muffins de cacao y queso, comienza por reunir todos los ingredientes necesarios para que tengas todo a mano. Comienza con la preparación de la masa, un paso esencial para lograr una textura esponjosa y sabrosa. En un tazón grande, tamiza juntos los ingredientes secos: harina, cacao, bicarbonato de sodio, sal y azúcar. Estos crearán la base ideal para los muffins, asegurando que todos los ingredientes se mezclen uniformemente y que no haya grumos que afecten la textura final.
En otro tazón, prepara los ingredientes húmedos: añade agua, aceite, vinagre y extracto de vainilla. Mezcla bien hasta que todos los líquidos estén completamente integrados. Una vez que tengas una mezcla homogénea, vierte la composición húmeda sobre los ingredientes secos. Usando una espátula o un batidor, combina las dos mezclas con movimientos suaves para evitar activar demasiado el gluten de la harina. Una vez que los ingredientes estén bien combinados, deja reposar la mezcla.
Para el relleno, en otro tazón, mezcla el queso con el azúcar, el huevo y el extracto de vainilla. Asegúrate de que el queso esté bien mezclado para que no haya grumos y el relleno sea cremoso y sabroso. Después de obtener una mezcla fina, prepara los moldes de muffins. Llena cada molde con aproximadamente 3/4 de la mezcla de cacao, dejando suficiente espacio para el relleno.
Usando una cuchara, toma 2 cucharadas de la mezcla de queso y agrégala cuidadosamente en el medio de cada porción de masa de cacao. Este paso creará un delicioso efecto marmoleado que no solo se verá apetitoso, sino que también añadirá un sabor tentador a los muffins.
Precalienta el horno a 180 grados Celsius. Una vez que el horno haya alcanzado la temperatura deseada, coloca los moldes de muffins dentro y hornea durante unos 25 minutos, o hasta que los muffins pasen la prueba del palillo. Deben ser esponjosos y tener una corteza delicada. Después de sacarlos del horno, déjalos enfriar durante unos minutos en los moldes, luego transfiérelos a una rejilla para que se enfríen completamente.
Estos muffins son excelentes tanto calientes como a temperatura ambiente, siendo una elección perfecta para el desayuno, un bocadillo dulce o incluso un postre. Puedes guardarlos en el refrigerador, cubiertos, durante unos días sin perder su sabor. ¡Definitivamente querrás probarlos de nuevo, dada la deliciosa combinación de cacao y queso! Esta receta es suficiente para hacer 12 muffins, perfectos para disfrutar en familia o con amigos.
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