Chutney de Ruibarbo
Ingredientes: 700 g de ruibarbo, 300 g de mango - o zanahoria + apio, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 1 cucharada de pimienta de cayena molida, 1 chile ahumado, 2 cucharadas de jengibre rallado, 1/2 cucharadita de cardamomo molido, 1/2 cucharadita de clavos molidos, 1/4 cucharadita de canela molida, 200 g de azúcar moreno, 100 ml de agua, 2 cucharadas de sal, 1 cucharada de vinagre de vino tinto, 2 cucharadas de aceite de canola o de semillas de uva.
Pronto, el ruibarbo desaparecerá de los estantes, así que es el momento perfecto para prepararnos para el invierno y conservar algunas delicias. El chutney que vamos a preparar es una verdadera delicadeza, llena de sabores y colores, y los ingredientes que utilizaremos transformarán esta salsa en una explosión de gustos. En comparación con una salsa normal, el chutney requiere un enfoque más complejo, basado en ingredientes específicos que le dan un carácter único.
Para lograr un chutney delicioso, utilizaremos un aceite neutro para que los sabores puedan revelarse en toda su esplendor. Además, agregaremos diversas semillas exóticas que aportarán un sabor extra. Ya sea que elijamos mango, papaya o aguacate, o optemos por una versión rumana con zanahorias y apio, el ruibarbo será el elemento central de la receta, representando dos tercios de la composición.
Así es como procedemos: comenzamos colocando una sartén de bordes altos al fuego, asegurándonos de que esté bien caliente. Agregamos el aceite y, de inmediato, el ajo picado y la cebolla, removiendo constantemente durante solo 3-4 segundos. Justo después, agregamos el jengibre rallado, teniendo cuidado de no dejarlo en el fuego demasiado tiempo. Después de unos segundos, apagamos todo con agua hirviendo, y ahora estamos listos para introducir los ingredientes principales.
Agregamos los trozos de ruibarbo y, opcionalmente, mango o zanahorias, según las preferencias. Es importante mencionar que el mango tiene un aroma mucho más intenso que la zanahoria, así que para aquellos que no son fanáticos de los sabores fuertes, la versión con verduras rumanas es ideal. Después de agregar el azúcar, la sal y el vinagre, cubrimos la sartén con una tapa y dejamos hervir a fuego lento durante aproximadamente una hora.
Para aquellos que no soportan el picante, recomiendo sacar los trozos de chile antes de comenzar a hervir, ya que su aroma se mantendrá, pero el picante desaparecerá. Si deseas un chutney ahumado, puedes lograr este efecto simple pasando un chile por la llama, sin pelarlo.
Para finalizar, tienes la opción de mantener el chutney tal como está, con trozos coloridos en una salsa espesa, o puedes mezclarlo para obtener una textura más fina, ideal para decorar. Personalmente, me gusta preparar ambas versiones, tanto con mango como con zanahorias, tanto trituradas como en trozos. Una vez que el chutney está listo, lo pongo caliente en frascos y luego lo guardo en la despensa. De esta manera, tendré a mano una delicia sabrosa que complementará perfectamente las comidas durante el invierno.
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