Pasta (Maccheroni Ai Ferri) con Garbanzos
Ingredientes: Para la pasta: 100 g de harina de trigo duro, agua caliente según sea necesario, una pizca de sal. Para la salsa: aceite, romero fresco, garbanzos cocidos y un poco del agua en la que se cocieron. Pecorino rallado (cualquier queso de oveja dejado en el frigorífico un poco para que se endurezca y se pueda rallar más fácilmente).
Comenzamos preparando la masa para la pasta, un proceso esencial que influirá en la textura y el sabor final del plato. Mezcle la harina con agua tibia, teniendo cuidado de usar agua que no esté extremadamente caliente, para no afectar las cualidades de la harina. Agregue sal a la mezcla, para que la masa adquiera un sabor agradable. Amasar la masa con cuidado, asegurándose de que no se vuelva demasiado dura ni demasiado blanda. La consistencia ideal debe ser una que permita dar forma fácilmente, pero que también tenga suficiente elasticidad. Una vez que haya obtenido una masa homogénea, forme una bola que cubrirá con film plástico. Esto permitirá que la masa repose durante unos 30 minutos, facilitando así el posterior estirado y modelado.
Después del reposo, tome la bola de masa y rompa trozos del tamaño de una avellana. Si lo prefiere, puede extender una hoja de masa más gruesa y cortar rectángulos de 2x1 cm. Otra opción es moldear un rollo delgado, del grosor de un cigarrillo, que cortará en trozos de 1.5-2 cm. Cualquiera de estos métodos es aceptable, así que elija el que le parezca más fácil.
Para formar los macarrones, espolvoree un poco de harina sobre la superficie de trabajo y sobre un palito o una varilla de cocina. Presione suavemente la pieza de masa sobre el palito y, usando la palma, ruede la masa para que se envuelva alrededor de la varilla. Es esencial no presionar demasiado fuerte, ya que desea que la masa se desprenda fácilmente del palito, dejándola caer por sí sola cuando esté lista. Coloque los tubos obtenidos sobre una servilleta o sobre una tabla de madera espolvoreada con harina, hasta que termine de modelar toda la pasta.
Para el relleno, tiene dos opciones: o utiliza garbanzos enlatados o garbanzos secos que ha dejado en remojo durante la noche. Si opta por los garbanzos secos, hiérvalos en agua con sal y algunas hojas de laurel o romero. Después de hervir, escúrralos y mezcle hasta obtener una crema fina, añadiendo gradualmente agua de la cocción o caldo vegetal para ajustar la consistencia. Si utiliza garbanzos enlatados, escúrralos bien, enjuáguelos bajo agua fría y añádalos a una olla con agua y romero. Deje hervir durante unos minutos, luego mezcle para obtener una pasta cremosa.
Mientras tanto, lleve a ebullición una olla con agua, agregue sal y, cuando el agua esté hirviendo, agregue los macarrones. Déjelos hervir de 1 a 3 minutos, dependiendo de su grosor. En una sartén, caliente 2 cucharadas de aceite con algunas ramitas de romero finamente picadas a fuego lento. Agregue los macarrones hervidos y mezcle rápidamente, asegurándose de que se combinen bien con el aceite aromatizado. Después de apagar el fuego, agregue unas cucharadas de pecorino rallado y mezcle con cuidado.
Sirva el plato colocando la crema de garbanzos en el fondo de un plato hondo, y encima agregue los macarrones sazonados. Para un sabor extra, ralle un poco de pecorino por encima. Puede optar por un aceite aromatizado con romero o ajo, que puede agregar sobre la pasta caliente sin calentar, mejorando así el aroma final del plato. Este plato simple pero refinado seguramente aportará un toque de sabor a sus comidas!
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