Mermelada de Frambuesa, Naranja y Vino Blanco

 Ingredientes: 400 g de frambuesas, 1 naranja, 400 ml de vino blanco semiseco, 500 g de azúcar, 20 g de pectina, 3 cucharadas de jugo de limón o un sobre de ácido cítrico (sal de limón), esencia de vainilla

Para preparar una mermelada de frambuesa y durazno que deleite el paladar y traiga un toque de verano en cada cucharada, seguiremos una serie de pasos que, aunque parecen simples, requieren atención y paciencia para lograr un excelente resultado. Comenzamos con las frambuesas, un ingrediente esencial que le dará a nuestra mermelada un sabor inconfundible.

Primero, lavamos cuidadosamente 500 gramos de frambuesas frescas, asegurándonos de que no queden impurezas. Después de que las frambuesas se hayan escurrido bien, las ponemos en una olla grande y las hervimos durante 15 minutos. Este proceso ayudará a liberar los jugos de la fruta, convirtiéndolos en una pasta deliciosa. Después de hervir, pasamos las frambuesas por un colador fino para obtener un puré uniforme, eliminando las semillas, de modo que cada cucharada de mermelada sea suave y agradable al paladar.

Mientras tanto, nos ocupamos de los duraznos. Usaremos 500 gramos de duraznos maduros, que pelamos cuidadosamente y cortamos en cubos pequeños. Los duraznos añadirán un sabor dulce y una textura agradable a nuestra mermelada. En una olla separada, hervimos los cubos de durazno junto con 250 gramos de azúcar. Dejamos que todo hierva durante 15 minutos, revolviendo de vez en cuando para evitar que se pegue.

Después de 15 minutos, añadimos el puré de frambuesa, los 250 gramos restantes de azúcar, esencia de vainilla, el jugo de un limón fresco, 10 gramos de pectina y 100 ml de vino blanco. Mezclamos todo bien y dejamos hervir durante 4 minutos más, durante los cuales la mezcla se espesará y adquirirá la consistencia perfecta para la mermelada.

Para asegurar una conservación óptima, preparamos los frascos. Deben estar limpios, lavados con agua caliente y detergente, y luego esterilizados en el horno a 100 grados Celsius durante 20 minutos. Una vez que la mermelada esté lista, la vertemos caliente en los frascos esterilizados, llenándolos hasta 1 cm del borde. Sellamos los frascos herméticamente y los colocamos en una manta para que se enfríen gradualmente, un proceso que contribuirá al sellado perfecto de la mermelada.

Después de 24 horas, la mermelada estará lista para ser disfrutada. Puede usarse como relleno para pasteles, en tostadas o simplemente en una rebanada de pan fresco. Los deliciosos sabores de frambuesa y durazno se combinarán perfectamente, trayendo alegría a cada momento del día. Esta receta no solo enriquecerá tus frascos, sino que llenará tu hogar con un aroma tentador, evocando recuerdos agradables asociados con el verano.

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Mermelada de Frambuesa, Naranja y Vino Blanco
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