Ketchup Natural
Ingredientes: Para aproximadamente 2 l: -1,5 kg de tomates -5-7 pimientos o pimientos rojos -5 cebollas medianas -5 manzanas -75-100 g de azúcar -2 hojas de laurel -1 ½ cucharadas de sal gruesa -1/2 cucharadita de pimienta -1 ½ cabezas de ajo -1/2 cucharada de vinagre alimentario de 9 grados Otros: 1 pizca de salicilato o 1 ½ aspirina triturada por 1 l de ketchup
Para preparar una deliciosa y versátil salsa de verduras, comience lavando y pelando las verduras. Elija verduras frescas como tomates, zanahorias, pimientos, cebollas y ajo, cada una desempeñando un papel importante en el sabor de la salsa. Después de pelar las verduras, córtelas en cubos pequeños para una cocción uniforme y una mejor integración en la salsa.
En una olla grande, coloque todas las verduras en rodajas junto con los ingredientes restantes: aceite de oliva, sal, pimienta, hierbas como albahaca u orégano y, si lo desea, una cucharada de azúcar para equilibrar la acidez de los tomates. Lleve la mezcla a ebullición a fuego medio y déjela hervir durante aproximadamente una hora. Es importante revolver de vez en cuando para evitar que las verduras se peguen al fondo de la olla y asegurar una cocción uniforme.
Una vez que las verduras estén bien blandas, cuele la mezcla a través de un colador fino o una gasa, dejando que el jugo escurra. Deje enfriar un poco las verduras, luego páselas por un procesador de alimentos o una máquina de tomates. El proceso de triturado es esencial para lograr una pasta suave, y repetirlo ayudará a alcanzar una textura ideal.
Devuelva la pasta obtenida al fuego, permitiendo que hierva nuevamente mientras revuelve constantemente. Esta etapa es crucial, ya que querrá que la salsa se reduzca y espese, concentrando los sabores. Cuando la salsa alcance la consistencia deseada, agregue ácido salicílico o aspirina, revolviendo bien hasta que se disuelva por completo. Este paso se recomienda especialmente si no tiene una despensa fresca para almacenar la salsa.
Una vez que la salsa esté lista, viértala en botellas o frascos esterilizados. Es importante sellar bien los recipientes para evitar cualquier contaminación. Coloque los frascos entre mantas o en un lugar cálido para que se enfríen completamente. Este proceso ayuda a crear un vacío, prolongando así la vida útil de la salsa. No olvide etiquetar los frascos con la fecha y el contenido, para que siempre sepa lo que tiene en su despensa.
La salsa de verduras resultante es extremadamente versátil. Puede usarse con éxito con pasta, en pizza o en sándwiches calientes. También combina perfectamente con carnes, pescado, salchichas fritas o albóndigas, añadiendo un extra de sabor a cualquier plato.
Etiquetas: cebolla ajo tomates pimiento azúcar frutas manzanas recetas sin gluten recetas sin lactosa recetas vegetarianas recetas sin grasa

