Pastel de Calabaza
Ingredientes: Masa: dos tazas de harina un huevo una cucharada, incluso dos cucharadas de azúcar un poco de sal una cucharada de vinagre cinco cucharadas de aceite una taza de agua tibia Relleno: calabaza rallada no tengo ni idea de cuanta, yo la pongo así, después del ojo. . .
Comenzamos la aventura culinaria con una masa deliciosa que sirve como base para unos pasteles de calabaza especiales. Primero, mezclé los ingredientes para la masa, asegurándome de que estuvieran bien integrados. Usé una combinación de harina, agua, aceite y una pizca de sal, todos esenciales para lograr una masa elástica y sabrosa. Después de amasar cuidadosamente, decidí dejarla reposar en la nevera durante unas horas. Esto le permitirá volverse más maleable y, además, le dará una textura más agradable al hornearse. Este paso es crucial, así que aproveché el tiempo de espera para ocuparme de otras tareas en casa, evitando el bullicio de los pequeños.
Después de que la masa reposó, saqué la pieza de masa y la dividí en nueve bolas iguales. Cada bola se extendió sobre una superficie bien enharinada usando un rodillo, que cariñosamente llamo "făcăleț". Intenté obtener hojas lo más delgadas posible, y el proceso fue extremadamente placentero. Después de extender la primera hoja, la dejé a un lado y continué con la segunda, repitiendo el mismo procedimiento. Entre las dos hojas, apliqué una fina capa de aceite con la ayuda de un pincel, lo que dará a los pasteles una textura crujiente y un sabor maravilloso.
Después de superponer las dos hojas, las extendí nuevamente con el rodillo, teniendo cuidado de no romperlas. Ahora era el momento de agregar el relleno de calabaza. La calabaza rallada se distribuyó uniformemente sobre la capa de masa, aportando un aroma dulce y reconfortante. Después de enrollar cuidadosamente el pastel, repetí el procedimiento con las otras bolas de masa, transformándolas todas en hojas delgadas, listas para hornear.
Los pasteles formados se colocaron cuidadosamente en una bandeja antiadherente, que ayudará a una cocción uniforme y a una fácil extracción más tarde. Precalenté el horno a 180 grados Celsius y, después de que todos los pasteles estaban listos, los metí en el horno durante unos 30 minutos. Durante este tiempo, el aroma de calabaza y aceite se esparcirá por toda la casa, preparándonos para una delicia que no olvidaremos pronto. Después de que expiró el tiempo de cocción, saqué los pasteles del horno, dejándolos enfriar un poco antes de degustarlos. ¡La combinación de texturas y sabores convertirá cada bocado en una experiencia inolvidable!
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