Mermelada de Nueces Verdes
Ingredientes: 100 nueces jóvenes, 800 gramos de azúcar, 2 vasos de agua, jugo de un limón, vainilla al gusto, guantes de cocina, cuchillo afilado
Antes de comenzar el proceso de preparación de la deliciosa mermelada de nueces verdes, es esencial preparar las nueces. Deben dejarse en remojo en agua fría durante 24 horas. Es importante cambiar el agua cada dos horas para asegurarnos de que las nueces mantengan su frescura y no se vuelvan amargas. Este paso es crucial, ya que ayuda a eliminar las sustancias amargas de las cáscaras de las nueces.
Después de 24 horas, nos equipamos con guantes para proteger nuestra piel de las manchas dejadas por las nueces. ¡Es hora de limpiar las nueces! Usando un cuchillo bien afilado, cortamos la cáscara verde de las nueces y las introducimos inmediatamente en agua fría para evitar la oxidación. Mientras nos ocupamos de la limpieza, ponemos una olla al fuego, añadiendo azúcar y agua. Es esencial obtener un jarabe bien ligado antes de añadir las nueces.
En paralelo, preparamos otra olla con agua, que llevaremos a ebullición. Una vez que el agua esté hirviendo, añadimos las nueces limpias y las dejamos hervir durante 3-4 minutos. Después de este intervalo, escurrimos las nueces y las transferimos a una olla con agua fría. Repetimos este proceso de hervido y enfriamiento dos veces más, asegurándonos de que las nueces se vuelvan tiernas y que nos alejemos de la amargura inicial.
El siguiente paso es probar el jarabe. Tomamos algunas gotas del jarabe y las vertemos en un vaso con agua fría. Si el jarabe forma una bola que no se disuelve, es una señal de que está listo para recibir las nueces. Si no, continuamos hirviendo hasta obtener la consistencia deseada. Una vez que el jarabe está listo, añadimos las nueces escurridas y dejamos hervir a fuego lento.
Después de añadir las nueces, continuamos el proceso de hervido como para una mermelada normal: media hora hoy, luego 15 minutos al día siguiente y otros 15 minutos en el tercer día. Una vez terminado, transferimos la mermelada a tarros limpios y esterilizados. Los tarros se cierran con tapas bien ajustadas, y luego los dejamos entre mantas o almohadas hasta el día siguiente, para que se enfríen gradualmente y se sellen correctamente.
Como nota personal, prefiero usar salicilato para la conservación, en lugar del método tradicional de esterilización en baño maría. Esto me da una seguridad adicional de que la mermelada resistirá con el tiempo, manteniendo su aroma y sabor delicioso. Por lo tanto, la paciencia y la atención al detalle son esenciales para obtener una mermelada de nueces verdes que deleite el paladar de todos los que la saborean!
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