Jota Triestina

 Ingredientes: Para 4 porciones grandes: 300 g de repollo encurtido picado, 250 g de patatas crudas peladas y cortadas en cubos, 250 g de frijoles cocidos y escurridos, 2 cucharadas de aceite, 1 cebolla más pequeña picada finamente, 75 g de panceta cortada en cubos, 1 l de agua, 1 cucharada de pasta de tomate, 1 cucharadita llena de comino molido (utilicé comino de Malta), no añadí sal porque el repollo encurtido era lo suficientemente salado, pero prueba la sopa y añade si necesita sal.

Esta deliciosa receta se basa en la combinación sabrosa de chucrut, patatas y frijoles, creando un plato sustancioso perfecto para los días frescos. Comenzamos preparando los ingredientes, que son esenciales para lograr un sabor auténtico. Usaremos chucrut fresco, que añade un toque ácido y una capa extra de sabor, junto con patatas en cubos y frijoles cocidos.

En una olla a presión o en una olla maravillosa, añadimos el aceite, la cebolla finamente picada y el tocino, que sofreiremos a fuego lento. El objetivo es ablandarlos ligeramente sin freírlos. Una vez que la cebolla se vuelva transparente, añadimos el chucrut picado, mezclando bien para combinar los sabores. Vertemos un litro de agua y cerramos la tapa de la olla, dejando hervir durante 10-15 minutos hasta que la válvula se eleve y comience a silbar.

Después de dejar enfriar la olla, abrimos con cuidado la tapa y añadimos las patatas crudas en cubos y los frijoles cocidos, escurridos. Cerramos de nuevo la olla y dejamos hervir otros 15-20 minutos. Es importante asegurarse de que los ingredientes se cocinen de manera uniforme, así que, una vez que se acabe el tiempo, abrimos la olla y comprobamos la consistencia de las patatas. Si están completamente cocidas, dejamos que el plato hierva a fuego muy bajo, con la tapa ligeramente entreabierta para permitir que escape el vapor.

La sopa debe tener una consistencia bastante espesa, similar a la de un guiso, no como una sopa tradicional rumana. Después de un último enfriamiento, añadimos la pasta de tomate o el jugo de tomate, junto con el polvo de comino y una hoja de laurel. Estos ingredientes intensificarán el sabor del plato. Dejamos hervir hasta que las patatas comiencen a deshacerse, integrándose perfectamente en la sopa.

Cuando el plato esté listo, apagamos el fuego y dejamos reposar durante unos 15 minutos. Este paso es esencial, ya que permite que los sabores se desarrollen y se mezclen. Aunque se dice que es mejor al día siguiente, este plato también se puede disfrutar de inmediato. Sírvelo con una rebanada de pan fresco y disfruta de un sabor auténtico que recuerda a las comidas preparadas con amor en familia. Esta receta no es solo una comida, sino una experiencia culinaria llena de tradición y calidez.

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