Pastel de Manzana
Ingredientes: Pan (sobras de pan, piezas más grandes) Leche 2-3 manzanas medianas Nuez Canela Miel
Para añadir un toque de sabor y textura a esta deliciosa receta, te invito a unirte a la preparación de un pudín de manzana con pan que rápidamente se convertirá en el favorito de toda la familia. Comenzamos preparando los ingredientes necesarios: unas rebanadas de pan integral fresco y algunos bizcochos, que utilizaremos para crear una base sabrosa. Estos se humedecerán en leche, lo que añadirá una consistencia rica y húmeda a nuestro postre.
Primero, toma un molde resistente al calor y coloca una capa uniforme de pan. Asegúrate de que las rebanadas estén bien dispuestas y que no haya espacios vacíos. Después de colocar la primera capa, vierte 2-3 cucharadas de miel sobre ella, extendiéndola uniformemente para conseguir un sabor dulce y aromático. La miel no solo endulzará el plato, sino que también proporcionará una humedad agradable que se combinará perfectamente con los otros ingredientes.
A continuación, continuamos con las manzanas. Elige manzanas frescas y jugosas, que rallarás. La capa de manzanas ralladas es esencial, ya que añadirá una nota de acidez y equilibrará la dulzura de la miel. Después de rallar las manzanas, colócalas uniformemente sobre la capa de pan y añade otras 2-3 cucharadas de miel. No olvides espolvorear canela, una especia que añadirá un aroma cálido y reconfortante. La canela es perfecta para resaltar el sabor de las manzanas y la miel.
A continuación, viene una capa de nuez picada, que proporcionará una textura crujiente y un sabor intenso. Asegúrate de que las nueces estén picadas bastante finas, pero no completamente, para mantener algo de crocancia. Luego, añade una segunda capa de pan empapado en leche, que completará la textura esponjosa del postre. Termina todo con un último chorrito de 2-3 cucharadas de miel por encima.
Ahora que has construido todas las capas, es hora de colocar el molde en el horno precalentado a 230 grados Celsius. Deja que el pudín se hornee durante unos 35 minutos o hasta que la parte superior se vuelva dorada y crujiente. Es el momento perfecto para disfrutar del aroma tentador que llenará tu cocina. Cuando el pudín esté listo, déjalo enfriar un poco antes de servir. Puedes disfrutarlo solo o con una bola de helado de vainilla al lado. ¡Buen provecho!
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