Carne de res con salsa de tomate y pasta
Ingredientes: 500 g de carne de res para guiso, una cebolla mediana finamente picada, 2 dientes de ajo, una zanahoria pequeña rallada, 450 g de tomates enteros enlatados picados, una taza de vino, sal, pimienta, dos hojas de laurel.
Para preparar una comida deliciosa y reconfortante, comenzamos asegurándonos de que tenemos todos los ingredientes necesarios a mano. Usaremos carne de res o cerdo, dependiendo de las preferencias de cada uno, así como verduras frescas para intensificar los sabores. El primer paso es sazonar bien los trozos de carne con sal, pimienta y otras especias que nos gusten, como pimentón o tomillo. Después de sazonarlos, los pasamos por harina, asegurándonos de que estén cubiertos uniformemente. Esta técnica no solo ayudará a desarrollar una costra deliciosa, sino que también espesará la salsa que se formará durante la cocción.
El siguiente paso consiste en freír ligeramente la carne en una sartén o cacerola con un poco de aceite caliente. Queremos que los trozos de carne se tornen ligeramente marrones por fuera, lo que añadirá un toque de sabor a nuestro plato. Una vez que la carne esté dorada, la retiramos sobre una servilleta de papel para drenar el exceso de grasa. En la cacerola, si el aceite no es suficiente, agregamos un poco más, teniendo cuidado de conservar el sabor dejado por la carne.
Ahora, añadiremos la cebolla finamente picada en la misma cacerola. Esta absorberá los sabores dejados por la carne, seguida de la zanahoria rallada o cortada en cubos. Después de unos minutos, cuando la cebolla se vuelva translúcida y la zanahoria se ablande, añadimos el ajo machacado, removiendo bien, pero teniendo cuidado de no quemarlo, ya que puede volverse amargo. A continuación, desglasamos todo con una taza de vino blanco, dejando que hierva hasta que el alcohol se evapore y el aroma se concentre más.
Reintroducimos la carne en la cacerola y añadimos suficiente agua para cubrir completamente los ingredientes. Dejamos hervir a fuego muy bajo, monitoreando cuidadosamente el nivel del líquido para que no se evapore completamente. Si notamos que la salsa se reduce demasiado, no dudemos en agregar un poco de agua. Después de aproximadamente 45 minutos de cocción, es momento de añadir los tomates cortados en cubos y las hojas de laurel para intensificar el sabor. Dejamos hervir otros 20 minutos o hasta que la salsa se espese y la carne se vuelva tan tierna que se deshaga fácilmente con un tenedor.
Finalmente, sacamos las hojas de laurel y las desechamos. Probamos la salsa y ajustamos con sal y pimienta, según las preferencias. Mientras tanto, cocemos la pasta en agua con sal y una cucharadita de aceite, según las instrucciones del paquete. Una vez cocida, la escurrimos y la añadimos a la carne y la salsa, mezclando bien para combinar los sabores. Este plato es perfecto para una cena en familia o para impresionar a los invitados, servido junto a una ensalada fresca y una bebida refrescante. ¡Buen provecho!
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