Café de Chía
Ingredientes: Para las dos capas con café: - 200 ml de espresso recién preparado o 200 ml de café (según preferencia - para un sabor menos intenso, use café filtrado). Use su café preferido (yo usé café con sabor a chocolate y frambuesa añadido en una prensa francesa en la siguiente proporción: 200 ml de agua - 7,5 g de café) - 2 cucharaditas de jarabe de agave (o al gusto) - 1 y 1/4 cucharadas de semillas de chía (o al gusto - la cantidad de semillas de chía añadidas afectará directamente la consistencia de la bebida). Para las dos capas con leche: - 200 ml de leche de soja con vainilla - 1 y 1/4 cucharadas de semillas de chía - una pizca de sal fina - canela en polvo (opcional). Para la cobertura/decoración (opcional, al gusto): - Crema batida - Jarabe de agave - Jarabe de chocolate - Nueces de macadamia.
Para crear una bebida deliciosa y reconfortante que combine los intensos sabores del café con la cremosidad de la leche, sigue los pasos a continuación. Esta receta es perfecta para las mañanas perezosas o como un postre refrescante en los calurosos días de verano.
Para las capas que contienen café, comienza por preparar el café. Usa café de calidad, ya sea que elijas prepararlo con una cafetera, un filtro o en una prensa francesa. Si optas por la prensa, asegúrate de respetar los tiempos de infusión para obtener un sabor intenso y rico. Una vez que el café esté listo, viértelo en un recipiente de vidrio, teniendo la opción de usarlo caliente o frío, según tu preferencia.
Luego agrega el jarabe de agave y mezcla bien hasta que se disuelva por completo. Es esencial tener en cuenta la temperatura del café; si usas café frío, el jarabe de agave requerirá más tiempo para disolverse. Después de que el jarabe esté completamente integrado, agrega 1 y 1/4 cucharadas de semillas de chía, revolviendo suavemente para evitar grumos. Coloca el recipiente en el refrigerador y déjalo allí hasta que el líquido se enfríe. Es fascinante cómo las semillas de chía absorben el líquido, transformándose en una consistencia gelatinosa, perfecta para añadir textura a tu bebida.
Para las capas que contienen leche, calienta un poco de leche y usa un dispositivo de espuma para obtener una espuma rica y aireada. Agrega al recipiente 1 y 1/2 cucharadas de semillas de chía, una pizca de sal y un toque de canela, revolviendo suavemente para combinar los sabores. Al igual que con el café, coloca el recipiente en el refrigerador y déjalo hasta que el líquido se enfríe por completo.
Cuando ambas capas estén listas, es hora de ensamblar la bebida. Alterna las dos mezclas en vasos transparentes para que puedas observar la belleza de la combinación de café y leche. Puedes jugar con las proporciones, añadiendo más café o más leche, dependiendo de tu gusto.
Para un extra de sabor, agrega coberturas de tu elección: puedes optar por chocolate rallado, nueces tostadas o incluso un toque de vainilla. Finalmente, espolvorea el borde superior del vaso con azúcar en polvo y decora la capa superior de leche espumosa con algunos trozos pequeños de nueces de macadamia. Estos detalles no solo añaden un aspecto atractivo, sino también una explosión de texturas y sabores. ¡Sirve esta bebida fría y disfruta de cada sorbo!
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