Ensalada de Calabacín II
Ingredientes: -4-5 calabacines de tamaño mediano, -5-6 cucharadas de harina, -2 cucharadas de vinagre, -2 cucharadas de aceite, -una cabeza de ajo, -250 ml de agua, -un manojo de eneldo, -sal, -aceite para freír los calabacines
Los calabacines fritos con salsa de ajo y eneldo son un plato especial, perfecto como guarnición o incluso como aperitivo. Comenzamos preparando los calabacines: se pelan y luego se cortan en rodajas gruesas de aproximadamente 1 cm. Estas rodajas se volverán deliciosas y crujientes después de freírlas. Después de cortar los calabacines, espolvoreamos un poco de sal sobre ellos para extraer el exceso de agua y realzar su sabor. Dejamos reposar los calabacines durante unos 10 minutos, durante los cuales prepararemos una fragante salsa de ajo.
Para la salsa de ajo, aplastamos unos dientes de ajo en un mortero o con una prensa, añadiendo una pizca de sal para realzar su aroma. Mezclamos el ajo triturado con 2 cucharadas de aceite de oliva, que añadirá una nota elegante a esta salsa. Una vez que hemos obtenido una pasta homogénea, añadimos 2 cucharadas de vinagre y 250 ml de agua, mezclando bien para combinar los ingredientes. Esta salsa de ajo proporcionará un sabor intenso y refrescante a los calabacines fritos.
Una vez pasados los 10 minutos, exprimimos las rodajas de calabacín con las manos para eliminar el exceso de agua. Ahora, las pasamos por harina, asegurándonos de que cada rodaja esté bien cubierta. Este paso ayudará a formar una costra crujiente durante la fritura. Calentamos aceite en una sartén profunda, y cuando esté lo suficientemente caliente, añadimos los calabacines. Los freímos por ambos lados hasta que se vuelvan dorados y crujientes, lo que tomará aproximadamente 3-4 minutos por cada lado.
Después de que los calabacines estén fritos, los retiramos a un plato cubierto con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Luego, colocamos una capa de calabacines en un tazón, espolvoreamos con eneldo picado finamente y vertemos un poco de la salsa de ajo preparada sobre ellos mientras aún están calientes. Continuamos este proceso hasta que hayamos utilizado todas las rodajas de calabacín. Finalmente, cubrimos el tazón con una tapa y dejamos que el plato se enfríe un poco, permitiendo que los sabores se mezclen a la perfección. Sirve los calabacines fritos con salsa de ajo y eneldo junto a una rebanada de pan fresco o como guarnición de varios platos principales. ¡Esta receta simple pero deliciosa seguramente será apreciada por todos los que la prueben!
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