Mermelada de Tomate Verdes con Sabor a Vainilla

 Ingredientes: jarabe de gogonele hecho de azúcar (2 partes) y agua (1 parte) el azúcar de vainilla es igual a la cantidad de gogonele escaldadas en agua con vinagre y luego muy bien escurridas vinagre y agua

Para preparar esta deliciosa mermelada de tomate verde, comienza seleccionando tomates verdes frescos y firmes. Lávalos bien bajo un chorro de agua fría para eliminar cualquier impureza. Luego, corta los tomates verdes en rodajas, teniendo cuidado de quitar las semillas. Este paso es esencial para lograr una textura fina y agradable al final.

En una olla grande, agrega 2 litros de agua y 300 ml de vinagre, asegurándote de que el vinagre no supere una concentración del 9%, para no afectar negativamente el sabor de la mermelada. Coloca la olla en la estufa y espera a que alcance el punto de ebullición. Una vez que el agua haya comenzado a hervir, agrega las rodajas de tomates verdes y déjalas hervir a fuego lento durante aproximadamente una hora. Notarás cómo los tomates verdes cambian su textura, volviéndose ligeramente transparentes, una señal de que están listos para el siguiente paso.

Después de hervir, vierte los tomates verdes en un colador y enjuágalos con agua fría para detener el proceso de cocción y reducir el olor a vinagre. Déjalos escurrir bien, y luego ponlos de nuevo en la olla, esta vez añadiendo agua fría, para asegurarte de que el olor a vinagre se elimine por completo. Se recomienda dejarlos escurrir durante 2 horas, pero si tienes una cantidad mayor, puedes optar por dejarlos escurrir durante la noche.

Después de que se hayan escurrido, pesa los tomates verdes para determinar la cantidad de azúcar necesaria. Prepara un jarabe de azúcar y agua, asegurándote de que las proporciones sean correctas, para que logres una mermelada perfectamente ligada. Cuando el jarabe alcance el punto de ebullición, agrega las rodajas de tomates verdes escaldados y déjalas hervir a fuego lento, revolviendo ocasionalmente. Es importante no hervir la mezcla a fuego alto, ya que esto podría llevar a una coloración no deseada de la mermelada.

Para verificar si la mermelada está lista, puedes hacer la prueba del hilo: toma un poco de jarabe entre dos dedos; si se forma un hilo, significa que la mermelada está perfectamente ligada. Si lo prefieres, puedes agregar unas gotas de colorante alimentario verde para devolver a los tomates verdes su color original, pero esto es opcional.

Una vez que la mermelada esté lista, apaga el fuego y agrega vainilla o azúcar vainillado para un extra de sabor. Prepara frascos limpios y esterilizados, asegurándote de que estén completamente secos. Vierte cuidadosamente la mermelada caliente en los frascos, luego ciérralos con tapas de rosca. Voltea los frascos boca abajo y déjalos enfriar completamente. Este proceso creará un vacío perfecto, asegurando que la mermelada se conserve sin necesidad de hervir los frascos en un baño maría. Así, disfrutarás de una deliciosa mermelada de tomate verde, perfecta para untar en tostadas o como relleno para varios pasteles.

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