Espinaca I
Ingredientes: Necesitamos 450 gramos de espinacas, 2 dientes de ajo, 2-3 cucharadas de harina, sal al gusto, 3-4 cucharadas de aceite, leche según sea necesario.
La espinaca es un ingrediente versátil y delicioso que añade un toque de frescura y nutrientes a cualquier plato. Comenzamos limpiando la espinaca fresca, asegurándonos de quitar cualquier hoja marchita o manchas. Luego, ponemos una olla con agua a hervir, añadiendo una pizca de sal para realzar el sabor. Cuando el agua comienza a hervir, añadimos la espinaca y la dejamos hervir durante aproximadamente 2-3 minutos, solo hasta que las hojas se vuelvan tiernas y cambien a un color verde vibrante. Una vez hervida, escurrimos la espinaca en un colador y dejamos enfriar un poco antes de picarla finamente. Es importante no dejar que la espinaca se enfríe demasiado, ya que queremos que mantenga su textura y sabor.
En una cacerola, intentamos obtener una base cremosa para la salsa. Añadimos unas cucharadas de aceite de oliva, que no solo mejorará el sabor, sino que también ayudará a preparar una salsa deliciosa. Espolvoreamos la harina de trigo sobre el aceite caliente, removiendo constantemente con una espátula de madera. Esta combinación debe cocinarse a fuego lento durante un minuto, para cocinar la harina sin quemarla. El siguiente paso es añadir gradualmente la espinaca picada, mezclando continuamente para integrarla bien en la harina y el aceite.
Para lograr la consistencia deseada, comenzamos a verter la leche, aproximadamente 50-75 ml al principio, removiendo sin parar. Continuamos añadiendo leche hasta que la salsa se convierta en una pasta más suave, pero no demasiado líquida. Ahora es el momento de añadir el ajo machacado, que añadirá una nota aromática y un sabor inconfundible al plato. Dejamos que la mezcla hierva durante unos momentos, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue.
Cuando la salsa ha alcanzado la consistencia deseada, podemos servirla junto a varios acompañamientos. Es deliciosa con papas fritas crujientes, que añaden un contraste agradable, o junto a chuletas jugosas, que combinan perfectamente los sabores. También combina maravillosamente con huevos fritos, y para aquellos que prefieren un plato más simple, una rebanada de pan tostado untada con un huevo frito será la elección perfecta. Esta receta no solo es sabrosa, sino también muy nutritiva, siendo una excelente manera de incorporar verduras en la dieta diaria.
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