Gnocchi con Calabaza y Salsa de Gorgonzola

 Ingredientes: Porción para 5. Para la masa: 2 tazas de puré de calabaza, 2 huevos orgánicos, 260 g de harina de trigo blanca (sin agentes leudantes), 3/4 de cucharadita de sal marina o sal rosa fina, una pizca de nuez moscada, una pizca de pimienta. Para la salsa: 20 g de mantequilla, 125 ml de leche entera, 80 ml de crema, 200 g de gorgonzola, 1/2 cucharadita de salvia o 3 hojas verdes finamente picadas, una pizca de nuez moscada, pimienta recién molida.

Si el puré de calabaza que estás usando es demasiado aguado, una solución efectiva es transferirlo a una olla y ponerlo a fuego lento. Al dejar que se reduzca, podrás obtener una mejor consistencia, removiendo cada 2-3 minutos para evitar que se pegue. Una vez que se haya evaporado suficiente agua, retíralo del fuego y déjalo enfriar completamente.

En un tazón grande, usa un batidor para mezclar la sal, la harina y la nuez moscada, asegurándote de que los ingredientes estén bien combinados. Puedes usar harina tipo 00 para obtener una masa más fina. Bate los huevos en otro recipiente e incorpóralos gradualmente al puré de calabaza, revolviendo continuamente para evitar grumos. Una vez que los huevos estén bien integrados, agrega la mezcla de harina y especias y usa un tenedor para formar una masa homogénea.

Transfiere la masa a una superficie de trabajo enharinada y amasa suavemente durante aproximadamente 2 minutos, hasta que se vuelva elástica y forme una bola. Divide la masa en 8 porciones iguales y, con la ayuda de las palmas, enrolla cada porción en una cuerda de aproximadamente 32-35 cm de longitud. Luego, córtalas en trozos de 3-4 cm. Para crear la textura específica de los gnocchis, usa un tenedor: presiona suavemente cada pieza y róllala por la parte posterior del tenedor para formar pequeños canales, que ayudarán a que la salsa se adhiera mejor a los gnocchis.

Prepara una olla grande con agua y agrega un poco de sal, luego llévala a ebullición. Mientras tanto, en una sartén o cacerola de acero inoxidable, coloca a fuego lento la mantequilla, la leche, el gorgonzola y la crema. Revuelve constantemente hasta que el queso se haya derretido por completo y la mezcla se vuelva cremosa. Agrega nuez moscada y pimienta al gusto, junto con las hojas de salvia, mezclando bien para incorporar los sabores. Cuando la salsa esté lista, apaga el fuego.

Cuando el agua esté hirviendo, agrega los gnocchis y hiérvelos hasta que suban a la superficie, señal de que están listos. Usando una espumadera, transfiérelos directamente a la salsa de queso, revolviendo suavemente para cubrirlos uniformemente. Si tienes más gnocchis para hervir, repite el proceso. Una vez que todos los gnocchis estén incorporados en la salsa, déjalos a fuego lento durante otros 4-5 minutos para que los sabores se combinen y se calienten.

Porciona los gnocchis en platos y adorna con hojas frescas de salvia, que añadirán un toque de frescura y color al plato. Este plato es perfecto para impresionar a los invitados, ¡ofreciéndoles una experiencia culinaria inolvidable! Ajusta siempre la cantidad de harina según la humedad de la calabaza para lograr la textura ideal. ¡Buen provecho!

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Gnocchi con Calabaza y Salsa de Gorgonzola
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