Luskos

 Ingredientes: - un repollo (no muy grande); - 450 g de jamón ahumado casero, o tocino ahumado casero, o kaiser; - 1 l de crema agria; - 2 cucharadas de harina; - eneldo; - sal; - delikat.

Comenzamos eligiendo la carne adecuada para esta deliciosa sopa. Puede ser pollo, cerdo o res, dependiendo de tus preferencias. Una vez que hayas elegido la carne, córtala en trozos de tamaño adecuado para que se cocine de manera uniforme. Colocamos la carne en una olla grande y agregamos agua fría, suficiente para cubrir bien todos los trozos. Llevamos el agua a ebullición y, en esta etapa, sazonamos con una cucharadita de sal y un poco de delicadeza, teniendo en cuenta que ajustaremos el sabor al final.

Después de que la carne haya hervido durante aproximadamente 30-40 minutos hasta que esté tierna, es hora de agregar las verduras. Cortamos el repollo en tiras finas con un cuchillo afilado o un rallador y lo agregamos a la olla. El repollo le dará a la sopa un aroma agradable y una textura crujiente, mientras que el eneldo fresco picado finamente añadirá una nota de frescura. Mezclamos bien y dejamos que la sopa hierva a fuego medio para que los sabores se combinen.

En un plato aparte, colocamos dos cucharadas de harina, luego agregamos gradualmente una cucharada de crema agria, revolviendo continuamente para obtener una pasta suave sin grumos. Esta técnica es esencial, ya que ayudará a espesar la sopa y crear una textura cremosa. Una vez que hemos obtenido la pasta fina, agregamos el resto de la crema agria, mezclando nuevamente.

Cuando el repollo esté cocido y tierno, añadimos la mezcla de crema agria a la olla, mezclando bien para integrar todos los ingredientes. Dejamos que la sopa hierva durante unos minutos, aproximadamente 5, hasta que espese y los sabores se intensifiquen.

Finalmente, probamos la sopa y ajustamos la sal, añadiendo más si es necesario. Una sopa bien cocida no solo es una comida nutritiva, sino también una excelente opción para días más fríos, brindando calidez y confort. Servimos la sopa caliente, tal vez con crutones crujientes o pan fresco, y disfrutamos de cada cucharada de este plato sabroso y reconfortante. Esta es una sopa muy buena y dulce que deleitará tanto a la familia como a los amigos.

 Etiquetasrepollo harina nata agria

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