Mermelada de Durazno

 Ingredientes: 1. 300 kg de duraznos pelados, molidos y escurridos de su jugo (aprox. 5 kg) 1.5-2 tazas de azúcar (dependiendo de la dulzura de la fruta) 1 cucharadita de canela en polvo algunos clavos un buen puñado de pasas amarillas ron para cubrir la fruta seca

Para preparar una deliciosa y aromática mermelada de frutas, es esencial seguir cuidadosamente cada paso de la receta. Comienza lavando bien las frutas elegidas, asegurándote de eliminar cualquier impureza. Después de lavar, pela y quita los huesos de las frutas, preparándolas para el proceso de molienda. Usa una licuadora o un procesador de alimentos para convertir las frutas en pulpa fina. Esta será la base de tu mermelada, y la textura es crucial para el resultado final.

Una vez que hayas obtenido la pulpa, colócala en un colador y déjala escurrir. Es esencial que el jugo se extraiga completamente, ya que este paso influirá en la consistencia de la mermelada. Si deseas acelerar el proceso, puedes mezclar la pulpa con una cuchara de madera, ayudando a liberar el jugo. Cuando tengas aproximadamente 1,3 kg de pulpa escurrida, puedes continuar. Es bueno saber que, si no has pesado las frutas antes, es normal no tener una idea exacta de su peso inicial, pero puedes estimar que eran alrededor de 5 kg.

Después de tener la cantidad correcta de pulpa, puedes ajustar el azúcar y otros ingredientes según tu gusto. Si tienes menos pulpa, reduce las cantidades de azúcar y especias, y si tienes más pulpa, añade azúcar, clavos, canela y pasas en ron, según tus preferencias. En una olla de mermelada, combina la pulpa con el azúcar, mezclando bien, luego coloca la olla a fuego bajo.

Mientras tanto, remoja las pasas en ron y déjalas reposar durante 30 minutos para liberar su aroma. Agrega las pasas a la mezcla de pulpa y azúcar, junto con la canela y los clavos. Cocina la mezcla a fuego lento, revolviendo constantemente para evitar que se pegue. El proceso de cocción debería durar entre 45 minutos y una hora, dependiendo de la cantidad de jugo restante.

Si prefieres una mermelada más espesa, sin líquido, necesitarás hervirla más tiempo, pero esto requiere paciencia. Una vez que consideres que la mermelada se ha espesado, apaga el fuego y déjala enfriar hasta el día siguiente. Por la mañana, verifica la consistencia de la mermelada; si aún ves líquido, puedes hervirla nuevamente durante unos minutos. Cuando esté lista, vierte la mermelada en frascos bien lavados y secos, luego colócalos entre mantas para que se enfríen lentamente durante dos días. Este paso es importante para asegurar una conservación óptima. Así, obtendrás una mermelada sabrosa, perfecta para disfrutar sobre tostadas o como relleno para pasteles.

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