Gazpacho de Pepino
Ingredientes: 3 pepinos, 100 ml de yogur, 2-3 ramitas de perejil fresco, 2 cebollas verdes, 2-3 hojas de menta, 3-4 hojas de rúcula, 1 diente de ajo, 1 cucharadita de jugo de limón, 2 cucharadas de aceite de oliva, sal, pimienta molida, queso cottage
El gazpacho es una sopa fría de origen español, perfecta para los calurosos días de verano. Comenzamos preparando los ingredientes esenciales para lograr un plato sabroso y refrescante. Los pepinos son las estrellas de esta receta, así que elegimos algunos pepinos frescos y crujientes. Comenzamos pelándolos con cuidado, ya que queremos que la textura final sea suave y agradable. Luego, con la ayuda de una cuchara, sacamos las semillas, ya que estas pueden hacer que la sopa sea demasiado acuosa. Después de pelar los pepinos, los cortamos en cubos pequeños para facilitar la mezcla posterior.
El siguiente paso es ocuparnos del ajo y la cebolla verde. El ajo aporta un sabor intenso, así que nos aseguramos de picarlo finamente y de manera uniforme, para que se integre perfectamente en la mezcla. La cebolla verde, con sus tallos tiernos y verdes, se corta en rodajas finas, y las hierbas frescas, ya sea perejil o eneldo, se pican ligeramente para no convertirlas en pasta.
En una licuadora, combinamos los pepinos picados, la cebolla verde, las hierbas, el aceite de oliva virgen extra y el yogur natural. El aceite de oliva añadirá una nota de cremosidad, mientras que el yogur proporcionará un sabor refrescante y ligeramente ácido. Mezclamos todo hasta obtener una consistencia homogénea, pero sin convertir la mezcla en una pasta. Finalmente, nos enfocamos en sazonar. Espolvoreamos sal y pimienta al gusto y añadimos el jugo de limón, que realzará los sabores y proporcionará un contraste agradable.
Después de obtener una mezcla suave y aromática, transferimos el gazpacho a cuencos o botellas y lo dejamos enfriar en la nevera durante unas horas. Este tiempo en la nevera es esencial, ya que permite que los sabores se mezclen perfectamente. Antes de servir, preparamos el queso cottage, que porcionamos en pequeñas bolitas. Estas bolitas de queso añadirán una textura cremosa y un sabor delicioso a cada porción de gazpacho.
Cuando estemos listos para servir, sacamos el gazpacho de la nevera y lo vertemos en cuencos. Encima, colocamos con cuidado una bolita de queso, y para una apariencia aún más atractiva, podemos añadir algunas hojas de hierbas frescas. Esta sopa fría no solo es un plato nutritivo, sino también una explosión de sabores, perfecta para disfrutar en días calurosos. ¡Buen provecho!
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