Pan de cerveza

 Ingredientes: 63 g de harina de trigo blanca (sin aditivos de levadura) 1 1/2 cucharaditas de levadura seca activa 125 ml de agua tibia (aproximadamente 40 °C) 355 ml de cerveza a temperatura ambiente 511 g de harina de trigo blanca (sin aditivos de levadura) 1 1/2 cucharaditas de sal marina o sal rosa fina

En un tazón grande, comience agregando los primeros tres ingredientes: harina, levadura y azúcar. Estos son la base de la receta y contribuirán al sabor y la textura del pan. Use un batidor para mezclar bien los ingredientes, asegurándose de que la levadura y el azúcar estén distribuidos uniformemente en la harina. Una vez que tenga una mezcla homogénea, cubra el tazón con una toalla limpia o con papel plástico y déjelo reposar en un ambiente cálido durante 30 minutos. Este paso es crucial, ya que el calor activará la levadura y la masa comenzará a fermentar, formando burbujas de aire.

Después de que haya pasado el tiempo de espera, agregue la cerveza, que no solo proporcionará un sabor distinto, sino también una textura interesante al pan. A continuación, agregue la harina restante y la sal. Mezcle bien con una cuchara de madera o un tenedor hasta que obtenga una masa pegajosa que se desprenda fácilmente de los lados del tazón. Cubra el tazón nuevamente y deje que la masa suba durante dos horas en un lugar cálido. Durante este tiempo, la masa crecerá y se aireará, lo que hará que el pan sea más esponjoso.

Después de las dos horas, use una espátula para despegar la masa de los lados del tazón y transfiera a una superficie enharinada. Es importante no amasar la masa, sino solo enrollarla suavemente y darle forma deseada, teniendo cuidado de mantenerla lo más compacta posible. Luego, transfiera la masa a una bandeja de horno forrada con papel de aluminio y espolvoree un poco de harina por encima para evitar que se pegue. Cubra la bandeja nuevamente y deje que la masa repose durante 40 minutos.

Mientras tanto, precaliente el horno a 200 grados Celsius (gas 6) y coloque una bandeja con agua en el fondo del horno. Este método creará vapor, ayudando a formar una corteza crujiente. Antes de colocar el pan en el horno, haga algunos cortes superficiales en la superficie de la masa con un cuchillo afilado para permitir que se expanda durante la cocción. Hornee el pan durante 35-40 minutos o hasta que la corteza se vuelva dorada y suene hueca al golpearla ligeramente. Una vez listo, transfiera el pan a una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo. ¡De esta manera, obtendrá un pan delicioso, con una textura perfecta y un sabor inconfundible!

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