Langosi
Ingredientes: 250 ml de agua a temperatura ambiente (depende de la harina) 500 g de harina blanca una pizca de sal una cucharadita de azúcar un cubo de levadura fresca (25 g) unas cucharadas de aceite utilizadas para amasar aceite para freír Para sazonar: versión salada: queso feta (en lugar de telemea) yogur griego (en lugar de crema agria) versión dulce: azúcar
Para preparar langos deliciosos, comenzamos por reunir todos los ingredientes necesarios. En un tazón grande, combinamos harina, levadura, sal, azúcar y agua tibia. Mezclamos bien los ingredientes secos para asegurarnos de que la levadura y la sal estén distribuidas uniformemente. Luego, agregamos gradualmente el agua, continuando mezclando hasta que la masa comience a formarse. Finalmente, agregamos el aceite, pero reservamos un poco para engrasarnos las manos. Esto ayudará a evitar que la masa se pegue a nuestras palmas durante el amasado.
Amasamos la masa durante unos 10-15 minutos hasta que se vuelva elástica y suave. Es importante concentrarse en esta etapa, ya que una masa bien amasada dará a los langos una textura esponjosa y aireada. Una vez que la masa esté lista, la cubrimos con un paño limpio o papel plástico y la dejamos reposar en un lugar cálido, alejada de corrientes de aire. El tiempo de levado puede variar según la temperatura ambiente, pero generalmente debería durar entre 1 y 2 horas, o hasta que la masa duplique su volumen.
Después de que la masa haya levado, la dividimos en piezas del tamaño de una bola de billar. Cada pieza se convertirá en un langos delicioso. Tomamos cada pieza y la estiramos con un rodillo para obtener una forma redonda, no demasiado delgada, pero tampoco demasiado gruesa. Es importante dejar un poco de espacio entre cada langos, para que podamos dejarlos levar nuevamente durante 15-20 minutos.
Mientras tanto, preparamos el aceite para freír. Elegimos una sartén profunda y la calentamos a fuego medio, teniendo cuidado de no dejar que se caliente demasiado, ya que queremos que los langos se doren uniformemente. Una vez que el aceite esté caliente, freímos los langos por cada lado durante 2-3 minutos o hasta que se vuelvan dorados y crujientes. Es esencial no sobrecargar la sartén para asegurarnos de que los langos se frían de manera uniforme.
Cuando estén listos, los retiramos sobre un papel absorbente para absorber el exceso de aceite. En este momento, podemos sazonarlos al gusto, ya sea con sal y ajo para una versión salada o con azúcar en polvo o mermelada para una versión dulce. Los langos se sirven calientes, perfectos para un delicioso bocadillo o aperitivo. No solo son una receta tradicional, sino también una excelente manera de reunir a la familia y amigos alrededor de la mesa. ¡Disfruta cada bocado!
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