Tarta de Yogur

 Ingredientes: 1 paquete de hojas de masa, 1 l de yogur, 300 g de queso (de tu elección), 9 huevos, un poco de harina y un poco de aceite para engrasar la bandeja, sal.

Comenzamos precalentando el horno a 180 grados Celsius, para que esté listo para proporcionar ese calor uniforme necesario para la cocción perfecta de nuestro plato. Mientras tanto, nos ocupamos del queso, que rallamos para obtener una textura fina que se integrará fácilmente en la mezcla de yogur. Poco a poco, añadimos el queso rallado al yogur, mezclando con una espátula o cuchara hasta que esté completamente homogéneo.

Ahora, nos centramos en los huevos. Separamos las claras de las yemas de 6 huevos. En un bol limpio, batimos las claras con una batidora eléctrica o un batidor, hasta que se vuelvan esponjosas y formen picos firmes. Este paso es esencial, ya que las claras batidas darán a nuestro plato una textura aireada y ligera. En otro bol, mezclamos bien las yemas con el yogur, asegurándonos de que se combinen perfectamente, luego añadimos las claras batidas, mezclando suavemente con una espátula para no perder el aire acumulado en las claras.

Pasamos a preparar la bandeja. Tomamos una bandeja de tamaño mediano y la engrasamos con aceite, asegurándonos de que esté cubierta uniformemente, luego la espolvoreamos con harina para evitar que se pegue. Ahora estamos listos para ensamblar la tarta. Colocamos de dos a tres hojas de masa en la bandeja, teniendo cuidado de apilarlas una sobre otra, luego añadimos una capa generosa de la mezcla de yogur y queso. Repetimos este proceso, alternando las hojas de masa con el yogur, hasta que terminemos todos los ingredientes, finalizando con una última capa de hojas de masa.

Para darle un sabor extra, batimos bien los 3 huevos restantes y los vertemos uniformemente sobre la tarta, asegurándonos de que cada rincón esté cubierto. Ahora, el horno está listo para recibir nuestra bandeja. La colocamos en el horno precalentado y dejamos que se hornee durante aproximadamente 30-40 minutos, o hasta que la tarta se vuelva dorada y hermosa por encima.

Una vez horneada, sacamos la tarta del horno y la dejamos enfriar un poco antes de cortarla. Se puede servir caliente o a temperatura ambiente, perfecta como aperitivo o postre. ¡Buen provecho y feliz cocina!

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